Recuerdo el punto azul de Carl Sagan, su voz. Pienso en ese punto mientras leo Incertidumbre Cuántica de Horacio Warpola, poeta mexicano que experimenta con las posibilidades de las palabras y la tecnología y autor de los libros Neónidas, Lago Corea, Física de Camaleones, METADRONES, Triste suerte de los peces voladores, Gestas, 300 versos para la construcción de un protocyborg orgánico y Reencuentros con hombres notables de Jänko Erwin y del bot de Twitter, La poesía es bot. Su más reciente publicación es Arcanum Planetae, un libro para historias de Instagram.

La Incertidumbre Cuántica la poesía y la ciencia se alimentan una de la otra constantemente y al igual que la ciencia, los poemas se reescriben, se refutan, se comprueban.

El poemario está dividido en secciones que me dan la impresión de posibles cuadernos de apuntes científicos. En la Creación y destrucción, Warpola nos introduce en su universo: El perro la percibe y ladra/ En su ladrido hay algo misterioso/ Ha probado la esencia de la creación, se lee en un verso de Creación, como el perro, vamos probando esta construcción. Encontramos la ciencia de las cosas, la ciencia contenida en una taza de café. Mientras avanzamos vamos dejando las cosas para introducirnos en otras dimensiones, el viaje por campos de la incertidumbre cuántica apenas inicia.

En Fuerzas a distancia, Warpola nos presenta sus primeras hipótesis como Principio de localidad 1 o Principio de localidad 2, Acción fantasmal a distancia 1 y acción fantasmal a distancia 2 en donde el cuerpo es el laboratorio, en el cuerpo ponemos a prueba estas hipótesis: Piensa en la gravedad como la fuerza que te mantiene en casa. 

Una parte fundamental de la ciencia y uno de sus puntos de intersección con la poesía es el planteamiento de preguntas y la búsqueda de respuestas. En AH1-N88 (nota sin fecha), Warpola se (nos) pregunta: ¿Molécula? ¿Seré un puño de tierra? ¿Seré yo repitiéndome? Preguntas que no pretenden tener una respuesta inmediata, preguntas que quizás nunca obtendrán repuestas.

En Límite continuo nos encontramos con contradicciones y experimentos. Del salto finito, Del salto infinito plantean teorías sobre la memoria, el peso y la amplitud de ella sobre nuestros cuerpos: Tenemos miles de millones de años y eso a veces duele. También nos encontramos con una Reinterpretación del Teorema de Weiestrass: Entendiéndose por intervalo compacto aquel que se queda solo. Este podría ser, quizás, un poema de amor.

En Campo cuántico podemos encontrar las conclusiones no definitivas de este viaje por campos cuánticos como una epifanía, llegamos a este punto con una claridad y lucidez confusa: Vi arder los campos continuos/ Me revelaron que sus posibles estados/ se corresponden con los de un colectivo/ de palabras idénticas. Terminamos este viaje aterrizando sobre un poema de amor con 7. Tiempo final: ¿Por qué siento que te conozco desde hace cientos de años? En este verso quizás están condensadas todas las preguntas y respuestas que Warpola desarrolla en el libro.

No soy 100tifika pero puedo decir que Warpola utiliza hipótesis y las desarrolla de forma poética. ¿Una forma de humanizar la ciencia? La ciencia ya es muy humana, más bien, La Incertidumbre Cuántica propone una forma de leer la misteriosa belleza que se oculta en ecuaciones, hipótesis, tratados científicos y libros de poesía.

portada HW

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