Hola chicos, el día de hoy les compartimos algunos poemas de Astrid Soldevilla, una poeta sumamente interesante y  a quien le tenemos muchísima fe. Ella es fundadora del colectivo Pez de Fango y es una de las principales animadoras de la movida poética actual en Lima.

 

Primer mundo

 

Hoy soy diminuta

soy una mosca perdida en habitación extranjera

y todos los que me miran son arañas

 

todo se mueve tan lento

y me entra una pena tan grande

que desde mis ojos se ve el río Thames

 

Todo es tan exacto

que mi lenguaje oblicuo rebota en sus esquinas

todo es tan exacto

que mi rostro indio no entra en sus espejos

todo es tan exacto

que mis besos no caben en sus mejillas

todo es tan exacto

que después de un polvo

tengo que despedirme de lejos

como pidiendo disculpas

sin mirarlos a los ojos

todo es tan exacto

que me avergüenza mi cuerpo

la velocidad de mi lengua

y mis dos apellidos

 

mi pasaporte tiene una mancha debajo de la palabra

nacionalidad

 

me da pena

 

a él nunca le pude contar que yo también sonrío cuando veo una polilla

que me dan ternura las abejas

que me hacen llorar las hojas secas

y que cuando lloro no termina

y lo que se ve en mis pupilas

no es el río Thames

es el Rímac

y se me va a las rodillas

y que todos los días

me muero demasiado

quiero demasiado

necesito demasiado

pero solo miro una silla

pero solo miro una silla

pero solo

miro

una silla

 

el calor me abraza de nuevo

como a las bancas donde duermen vagabundos

vagabundos tan blancos

vagabundos tan rubios

y me pierdo en buses de negros para sentir calma

les sonrío grande y loca

me sonríen grande y loco de vuelta

no estamos en el primer mundo nos decimos con las cejas

les beso toda la cara

y me la besan toda de vuelta

y nos vamos a un barrio pobre

para sentirnos en casa.

 

 

Mz.

 

Me he recostado

en una esquina del viento

con vidrios hechos pedazos

y olor a orín amargo

a consolar el llanto

del adolescente suicida

que revienta mis ojos con los suyos

 

le he hablado del futuro

yo

que no creo en nada

ni en mi reflejo en el espejo del baño

ni en la suavidad de una madre

ni en el amor de un padre que regresa a casa

 

me ha mirado

y se me ha enterrado el mundo

como una aguja que busca descocerme

y lo he tomado entre mis brazos

como si lo hubiera parido

y le he dicho

te he mentido

allá

más adelante en el tiempo

más arriba en la montaña

tampoco hay nada

 

ha dejado de llorar

ha abandonado mi costado

y se ha ido a casa.

 

 

Victoria

 

A tu tacto padezco

subo y bajo escaleras de tu vientre a tus tobillos

soy plasma

materia indescifrable

que se acuesta en tu espalda

como un verso cansado

emerjo de ti como una ventana

desde donde veo mi cuerpo y el tuyo multiplicados

es primavera en las entrañas

y he descubierto mis manos

tratando de escribir tu nombre

es primavera en las entrañas

y he descubierto mis pies

soñando con ir a tu casa

yo que abro una puerta

y siempre

siempre veo

tu cara.

 

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Astrid Soldevilla (Lima, 1995). Artista multidisciplinaria. Fundadora del colectivo Pez de Fango. Invitada al encuentro académico y literario “Spanish and Latin American Voices in Oxford” de la Universidad de Oxford. Ha expuesto su obra fotográfica en distintas galerías de la capital. Actualmente se encuentra trabajando en su primer poemario y álbum discográfico.

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