El ataque de los boomers del lenguaje

Hace unos años, en una de las ediciones del Hay Festival, uno de los festivales de literatura más importantes de este país, Mirko Lauer, uno de los escritores y boomers más respetados de la literatura peruana declaraba más o menos lo siguiente sobre la poesía joven e internet.

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Siempre me dio curiosidad que una de las maneras más comunes de “poner en su sitio” a los poetas jóvenes de parte de poetas mayores o consagrados [mirko lauer, pero también mario montalbetti en algunas ocasiones] sea repetirnos sobre lo poco que hemos experimentado con los soportes digitales. Que la mayoría de los poemas que publicamos podrían vivir en papel hasta apolillarse como solían hacerlo. O básicamente, que a pesar de pasar unas 10 horas diarias en internet, no hemos tomado nada de él para nuestros poemas.

A pesar de lo divertido que sería resumir esto en un enorme ok, boomer yo les diría que en el fondo Mirko Lauer tiene algo de razón. Y que el hecho de que las últimas dos décadas de poesía peruana no hayan producido poesía electrónica es algo curioso como triste, ya que toda una (o a estas alturas dos) generaciones de autores simplemente no han considerado lo electrónico como parte de lo literario. Pero claro, eso podría abrir muchos debates sobre la incapacidad de los nuevos por pensar el futuro, o lo en verdad conservadora que puede resultar la poesía joven a veces. Pero antes de eso,

¿Qué es la poesía electrónica? ¿Y si es tan buena por qué a nadie le importa?

La poesía electrónica es una rama de la literatura electrónica, es decir el tipo de literatura que utiliza elementos electrónicos [entre toda la gama de hipervínculos, multimedia, bots, IA, etc.] como recursos estéticos dentro de sus obras. La Literatura electrónica no es en sí algo nuevo. La primera gran novela en este tipo de literatura,  Afternoon, A story de Michael Joyce, por ejemplo, data de 1987. Otro trabajo importante de esa pre historia de la literatura electrónica es Patchwork Girl,  de  Shelley Jackson.

Durante las últimas tres décadas la experimentación con los soportes virtuales ha conocido una gran diversificación. La novela hipertextual continuó con su camino, la poesía electrónica conoció la holopoesía, la no-poesía visual, la poesía animada, etcétera. La mayoría de estas ramas surgidas de la poesía visual y concreta. O como citaría una definición tan general como la de wikipediaAbandonando completamente el mundo de la palabra como signo, y empleándola como mero elemento estético, la poesía visual se sitúa más cerca del diseño gráfico o de las artes plásticas que de la literatura.

El asunto es que si bien la literatura electrónica tiene tantos recursos nuevos e interesantes, hasta ahora no logra despegar al mainstream. Si bien en Estados Unidos y Europa se están llevando a cabo nuevas y mejores innovaciones, estas no terminan de romper o salir del guetto de los lectores interesados por lo raro y lo nuevo.

Hace poco me topé con un artículo de James Yu, alguien que se ha tomado gran parte de su vida a promocionar este tipo de literatura, él expresa su preocupación respecto a la poca capacidad de estas escrituras por finalmente despegar hacia una gran audiencia:

A pesar de que existen plataformas y revistas dedicadas a la literatura electrónica, la mayoría de textos no son aptos para una audiencia amplia, lo cual es clave para que un nuevo medio despegue. Los textos Ergódicos no tienen que ser necesariamente difíciles.

Luego elabora una lista de características que los trabajos de literatura electrónica deberían tener para poder ser aptos para un público no-especializado:

  1. Están en Internet y son accesibles por celulares.
  2. No requieren intervención del lector (por ejemplo, las novelas o videojuegos de “elige tu propia aventura”
  3. Tienen una narrativa convincente.
  4. No requieren cantidades enormes de tiempo o pericia para ser disfrutadas (por ejemplo un universo de algún tipo de enciclopedia wiki)

Puedes leer la traducción que hice de este artículo aquí.

Electrónica Nerd

Este año mientras estaba en el Festival de Poesía de Rosario, uno de los invitados, el uruguayo Clemente Padín le comentó a uno de los poetas de la Residencia que en realidad la poesía joven no era poesía joven, que estaban dejando de lado tantos elementos nuevos (el internet, la multimedia, etc) que no podían ser considerados nueva poesía, sino deudores de su tradición. Algo parecido al comentario de Mirko Lauer sobre la poesía peruana en internet.

El asunto es que por el otro lado, aquellos pocos autores experimentales son en su mayoría de mi desagrado, y les tengo muy poca fe a lo que vayan a escribir. El mismo Padín tiene una larga muestra de escrituras experimentales, que vistos con detenimiento son bastante reduccionistas, fáciles y difíciles de tomar en serio.

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Sí, lo sé, decir todo esto es un poco fuerte, pero la poesía de internet, en su mayoría ha tomado sus influencias del arte conceptual. Y ha sido generalmente desastroso. En el caso peruano, los poemas electrónicos, los poemas en html, son especies de acrósticos acelerados, extremadamente visuales y lúdicos de una forma tan simple, que resultan aburridos y risibles a la par.

Y en realidad la poesía de internet no tendría que ser puramente visual o puramente sonora. Como si en ese tránsito a lo electrónico la poesía tuviese que perder parte de su sustancia forzosamente. Sé que todo esto puede sonar particularmente insultante, pero saben?, espero que suene así. Siempre he pensado que la poesía tiene un papel en los cambios sociales-culturales, y el hecho de que este tipo de poesía post-conceptual sea tan pero tan poesía de museo, ensimismada, poesía para poetas; me parece absurdo y autocomplaciente. Este tipo de poesía es una muestra que la experimentación por la experimentación no sirve para nada. Que el elitismo también puede ser, electrónico. 

Dime la definición de Bot

O un cultismo electrónico en todo caso. Lo cierto es que la última década ha tenido en Michael Hurtado, al principal (y probablemente único, junto al colectivo Animalisa en contadas ocasiones) investigador y difusor peruano de estas experimentaciones. Su trabajo puede ser consultado fácilmente en internet, para este post enlazaré la charla TED que tuvo en la UNI el año pasado.

Durante los últimos días he intentado conversar con Michael Hurtado acerca de estos temas aunque por lo general ha sido un diálogo infructuoso. Por un lado no lo culpo, puedo llegar a ser sumamente fastidioso en redes sociales. Lo que si me parece tonto en general, no solo de la actitud de Michael Hurtado, sino de los poetas electrónicos [en esa electrónica NERD incapaz de despegar más allá de su nicho] es una especie de orgullo profesional innecesario.

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yeah perdonen

Pese a lo que la mayoría de poetas cree, para utilizar lenguajes de programación y crear poemas electrónicos, no es necesario ser un monstruo de la computación o un experimentado sabio de lo electrónico. De hecho programar debería ser visto como un enorme do it yourself. Más que la lejanía de conocimientos entre letrados y programadores, creo que lo que más está postergando el advenimiento de una literatura electrónica es asumir lo electrónico como algo místico y elevado. Como algo que definitivamente reside en cabezas mucho mejores que las nuestras.

Tampoco quiero despreciar el trabajo de Michael Hurtado, a pesar que su posición sea escribir este tipo de poesía post-conceptual. Creo que el conocimiento que él tiene como programador es muy superior a la de cualquiera de los otros poetas peruanos interesados en la electrónica. Sin embargo, esto no es un requisito indispensable para escribir en este modo.

Hace unas semanas participé en el directo de Kevin Castro, quien está próximo a lanzar Freestyle. Pueden chequear la primera parte del video aquí. Básicamente el punto de Castro es crear un poemario interactivo, que utilice recursos que todos tenemos en nuestros celulares, y utilizarlos para sus poemas. Lo más interesante de él programando es que definitivamente no se trata de un experimentado matemático o ingeniero de sistemas. El punto del video es que cualquier persona con la voluntad de programar puede programar. Es así como si Castro necesita una animación de un cohete espacial, o el código para activar la webcam y ponerla en el centro de ese cohete; no programará el código html línea por línea, sino googleará y utilizará códigos creados previamente por otros programadores. Es decir sampleará partes de esa inteligencia colectiva en internet para sus construcciones propias. Una especie de ready-made compuesto por códigos y líneas.

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Captura de Pantalla de Kevin Castro programando Freestyle.

Steve Jobs

Toda esta situación me recuerda una escena de Steve Jobs, la película protagonizada por Michael Fassbender, en la cual Steve Wozniak le enseña un reloj creado por él, el Nixie Watch, un reloj hecho con pequeñas válvulas de electricidad que muestran la hora [y que según Wozniak todo el mundo usaría en 4 años, es decir hace treinta según la trama cronológica de la película] Steve Jobs derriba el concepto del Nixie Watch con una sola pregunta, le pide a Wozniak que cambie de huso horario. Algo que requiere el uso de una pinza y la desmembración momentánea del aparato. “Se acostumbrarán” responde Wozniak. No, no lo harán.

Creo que en realidad la poesía electrónica ha experimentado muy poco con lo literario, conformándose más bien con su relación más que todo aburrida con el casi siempre presuntuoso arte conceptual. Y es obvio que un grupo de obras no-literarias, difícilmente captarán la atención de un público literario. El asunto es que la poesía electrónica nunca será un movimiento mientras espera que la gente se acostumbre a él. En una cultura donde la seducción es primordial, ninguna reseña apelando a conceptos transgresores y supuestamente revolucionarios para validarse, podrá captar lectores. A ningún lector le importará que el programador detrás del poema tenga un máster de ingenieria electrónica o haya trabajado en Google, de la misma manera que un master de literatura latinoamericana o saberse de memoria el Mío Cid no tendrá alguna repercusión al momento de leer el poema de un instruido autor tradicional.

Recuerdo que en una ocasión en el bar Pollo PiersRafael Espinosa, poeta peruano aparecido durante los noventas, le preguntó a Kevin Castro por la fecha de publicación de Freestyle, y al enterarse de que esta sería una publicación enteramente virtual le dijo “¿pero no vas a sacar una versión que yo [un no-nativo digital] pueda leer?”.

Creo que detrás de esa pregunta esta el verdadero reto de la poesía electrónica que vendrá. La capacidad de ser seductora e intuitiva, y al igual que los productos de Apple, capaces de ser usados por personas sin importar su edad o instrucción en la computación. De poder atrapar ese nicho de lectores que no acaba en personas de 16 a 30 años. Yo le respondería a Rafael Espinosa que precisamente un buen poemario electrónico, tendrá la capacidad de ser leído por él fácilmente. Que esa preocupación no recae en el lector sino en el autor-programador.

El futuro de la Literatura

Pero ojo, si bien la electrónica nerd es hegemónica en la literatura electrónica de habla hispana, eso no significa que no existan algunos autores y colectivos que se están tomando bastante en serio esta relación con las máquinas que ahora todos tenemos. Un colectivo muy importante son los mexicanos de brokenenglish.lol, con una página web llena de proyectos poéticos que parten del humor irreverente del meme. Con varios covers de poemas en papel transmutados en animaciones. Destaca el poema electrónico alrededor del Poema de amor para Carl Sagan de Robin Myers. De todas formas creo que el lugar más interesante son sus bots literarios, publicando poemas en Twitter de manera automática y periódica. Varios de ellos poseen miles de seguidores ahora mismo.

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captura de pantalla de la web de broken english

Pero si hay un poemario innovador y capaz de tener más de diez mil seguidores en Twitter es el famoso bot del también mexicano Horacio Warpola@Poesia_es_Bot el cuál publica de manera automatizada definiciones alucinadas de la poesía, entre imágenes surrealistas y psicodélicas producto de una base de datos que el autor programó. Lanzado en 2017, es uno de los proyectos pioneros de este tipo dentro de la literatura en español. Al ser un autor reconocido por sus libros impresos, es un proyecto que ha sido muy comentado entre la comunidad literaria latinoamericana. 

bot

The future…?

Creo que la literatura electrónica definitivamente marcará la producción poética de la próxima década. Y de hecho tiene un potencial para arrasar las escrituras anteriores a ella de la misma manera que los vanguardistas hicieron con los poetas pre-vanguardias. No creo estar exagerando, pero todo esto tiene la capacidad de inaugurar una era entera para la literatura, ni siquiera peruana, sino en español. Todo esto por cierto, en una época donde los escritores son cada vez menos experimentales, lo retro ha conquistado lo pop y la imposibilidad de pensar futuros diferentes y alucinantemente nuevos parece el talón de aquiles de mi generación.

El gran reto es que los poetas averigüen como conquistar los corazones de todo tipo de lectores, y lograr que la electrónica no signifique solo el onanismo y diversión de algunos ingenieros que por casualidad también leen poesía. Depende mucho de los creadores y editores ahora mismo.

En otras palabras: La poesía electrónica es el futuro de la poesía, se suben a la nave o se quedan en el espacio,flotando sin traje espacial.

Boomers.

 

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