Sobre Neblina y purpurina de Marco Arzabe

El yo en la poesía es una instancia tan discutida como celebrada. Mucho se ha dicho sobre las voces que emiten un discurso desde su propia intimidad, y hacen ingresar al lector en ella. Personalmente considero que es una herramienta nutritiva y puede ofrecernos, como lectores, experiencias muy satisfactorias. Algunos ejemplos son las poéticas de Tilsa Otta o Berta García Faet. Con estas ideas en mente ingresé en el nuevo poemario de Marco Arzabe.

El viaje digital de leer Neblina y purpurina obliga al lector a regresar sobre sus pasos para apreciar los detalles. El diseño de la web es simple pero atractivo. Se trata de un libro digital. Las animaciones, ilustraciones y colores conforman una atmósfera interesante a medida que vas scrolleando.

Se divide en dos partes. La primera es «Neblina». El fondo oscuro se corresponde con los poemas, que van construyendo la figura de un yo creativo pero reprimido, curioso pero dubitativo. Tres poemas y un videoclip conforman esta sección, de la que diría lo mejor es el videoclip, pues consigue condensar las sensaciones que los poemas no terminan de construir. Mientras los textos emplean, en su mayoría, imágenes y recursos predecibles (mención especial merece el poema «Ropero», que tiene varios versos potentes, que generan expectativa), el vídeo es todo ritmo. De nombre «Ángel de la guarda», comienza con una tonada sintética y la voz del autor complementa muy bien la atmósfera. Diría que su dicción otorga una profundidad especial a los versos. A mitad del clip, el ritmo crece. Como una canción pop de los ochenta, va narrando una especie de monólogo interior que mezcla cristianismo e ingenuidad en un registro infantil muy bien logrado. Tiene un coro potente que reescribe cierta oración cristiana que muchas familias latinas enseñan a sus hijos cuando niños. Sin duda, una buena experiencia rítmica.

La ilustración de alguien liberándose de una caja de madera da pie a la segunda parte del libro. Esta es «Purpurina». El color de fondo pasa de negro a verde e iniciamos una etapa en que el yo intenta construirse a partir de sus interacciones con otros sujetos, y las experiencias que obtiene no siempre son satisfactorias. Ya no es dubitativo pero sí sensible; le descubrimos un gusto por la tecnología y la virtualidad inserto en su visión del mundo. Cinco poemas y un videoclip conforman esta sección. Diría, de nuevo, que el clip es el plato fuerte. Los poemas, al igual que en la primera sección, plantean una serie de figuras que caen en lugares comunes. Además, se percibe cierto aliento a rima en los versos, que no llega a ser constante o a estar completamente encauzado, lo que genera confusión en el lector. Sin embargo, es esta rima la que favorece la agilidad del videoclip. Bajo el nombre de «Purpurina», la voz del autor, con su ya mencionada ágil pronunciación, va narrando la metamorfosis del yo. Los primeros versos son dichos a capela, y pronto comienza un sonido épico con tonos nostálgicos cuyo ritmo avanza hasta convertirse en una gran canción electrónica. Es tan pegajosa que es difícil resistirse a bailarla.

Por lo anterior, puedo afirmar que la fortaleza del autor es su trabajo audiovisual, pues allí logra reunir de manera orgánica los elementos de su poética. Queda esperar con ansias un nuevo proyecto suyo.

FICHA TÉCNICA

Neblina y purpurina

Editorial: autopublicado

Fecha de publicación: 2020

Calificación: 5/10

Sobre el autor: Marco Arzabe Bowles nació en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Estudió Dirección de Arte Publicitario en Buenos Aires y en el 2016 fundó un estudio de diseño y creatividad publicitaria: Plastilinna Estudio Creativo. Actualmente se dedica a la dirección creativa de su estudio y a la dirección de arte de ALMA, una marca de diseño de autor boliviano. Lee más de su trabajo aquí.