Compilación por Jorge Alejandro Vargas Prado

Imaynallan, wayqichakuna, panachaykuna, wayqicha qicha. Hoy llego hasta ustedes para contarles que Roberto Valdivia y yo estuvimos en el 27º Festival Internacional de Poesía de Rosario. Bendito sea el 7 y bendito sea Bernardo Orge. Fue una oportunidad para conocer una ciudad donde al parecer, ya son tradición las políticas culturales y de espacios públicos.

Rosario se encuentra a orillas del inmensísimo Río Paraná, waka protectora de esa región bendita. Justamente, la sede principal del FIPR, el extraño pero hermoso Centro Cultural Parque España, se encuentra situado al lado del río. Allí hay un inmenso boulevard y la gente, en multitudes, se reúne para disfrutar el fin de semana: mucho deporte y mucho mate, baile urbano, ferias como las de la plaza Tupac Amaru del Cusco y también como las de Barranco en Lima, pesca, pic-nics, ya tú sabes ;). Son realmente inmensos los barcos cargueros que atraviesan el río a todas horas.

Es difícil no ponerse emotivos bajo la luz de los recuerdos de Rosario. Como peruano, como gestor cultural, la organización del festival fue una lección. No sé como explicar, pero tuve la sensación de que el festival era ya un ente, una especie de inmenso reptil de luz que está allí hace muchísimo tiempo y bajo cuyo manto todo simplemente fluye bien. Quiero destacar la calidad de las Editoriales Independientes de Argentina y quiero que los editores sepan que en Perú aprendimos mucho de ustedes.

Este festival es muestra de que los caminos milenarios que nuestros ancestros construyeron por toda Abya Yala están volviendo a latir. Hay lava. Es vital que los latinoamericanos y latinoamericanas continuemos viajando y reconociéndonos porque, pese a nuestras obvias diferencias, somos uno, mierda.

Ok, no quiero aburrirlos más. A continuación una ramo de flores del futuro.

Paola Santi Kremer (Porto Alegre, Brasil, 1990)

1. Paola Santi Kremer (Porto Alegre, Brasil, 1990)

Eu, mulher, branca, extranjeira, 28 anos

que busco respiro en las calles de oro y oscuridad, yo

que marché con miles de mujeres buscando respiro

no capitalismo de unos brancos bancos edificios con

salas cuartos hospitais loqueros loqueros blancos no

hay descanso la chinche de cama larga tres huevos al

día el capitalismo larga 300 huevos al día no hay

veneno que mate huevos me dijo la fumigadora solo

el calor solo el calor solo el calor solo el calor fuego y

amor no hay paz en el empleo no hay paz en el

desempleo en el humo del tabaco en la bombacha

húmeda humo busco respiro vulva negra viva gigante

en el centro de la ciudad casa de muñecas ciudad

blanca higienizada europea elegancia quieren que los

bolivianos paguen que paguen paguen las cholas otra

vez paguen y callen el lamento no se escucha no se

cuida nós por nós e as pretas que paguem eu mulher

branca llanto de desempleo con los bolsillos ricos de

privilegio hasta hoy extranjeras las que nos fundaron

sentadas con la concha bien pegada al cosmos eu

mulher la palabra como arma el humor como arma

bang bang no banco do branco bien muerto

abrakadabra yo soy el amor de la cabeza a los pies

terra de agua mi ser mujer sirena hundo

embarcaciones de imperios con mi canto en mi canto

no hay llanto hay risa malicia y la música que me hace

luna llena luz de arena na calcinha da gatinha eu

mulher brasileira argentina latinoamericana todo o

mal que o mundo faz eu transformo em bang bang

hahaha mulher que encendeia a lua cheia necesito

mucha mas nada de lo que cabe en un reloj una nada

del tamaño del oscuro universo – quién dijo que la paz

es blanca? – negro el universo negra la noche negra la

más mágica magia adentro de mi cuerpo.

El mundo del hombre blanco tiene sus días contados.

Lo que se viene, tiene esencialmente otra forma:

otros ritmos, otros tiempos, y otros colores.

 Del libro “Uma pérola en el centro de mis piernas”, Caleta Olivia.

 

Cristian Wachi Molina (Leones, Argentina, 1981)

 2. Cristian Wachi Molina (Leones, Argentina, 1981)

IV

Todo lo que escribo en Facebook es para vos
y mis amigos no entienden
nada
creen que escribo para que ellos pongan me gusta
y no hay me gusta que se compare al tuyo
hoy cuando entré y vi tu me gusta
fui feliz
pocas cosas se consiguen tan fáciles como la felicidad de tus me gustas
pero nada más difícil que sacarte un me gusta
si mañana entro y veo aquí debajo tu me gusta
creo que lloraré
serás vos

quien me diga en un me gusta
que yo o algo de mí te gusta
y me sentiré Heidi corriendo con la canastilla por la colina
la cabrita rodando
el abuelito sonriendo
aunque no haya canciones para desgastar en la noche
melodías de youtube como colecciones del deseo
para ver si un me gusta de los tuyos me dice que le gusto
nada
nada queda en esa casa natal
donde nos prometimos cosas que después no cumplimos
y sin embargo cuando mañana
vea tu me gusta en este desgaste inútil
puro derroche
del deseo
sabré que sí queda todo
y seré Petrarca correspondido por Laura
o Julio Chávez en Farsantes amado por el chilenito
y te gritaré acá en estos muros alucinantes que

un me gusta tuyo puede cambiar el mundo.

Del libro “Sus bellos ojos que tanto odiaré”, Caleta Olivia.

Liliana Ancalao (Comodoro Rivadavia, Argentina, 1961)

3. Liliana Ancalao (Comodoro Rivadavia, Argentina, 1961)

 

kiñe búfalo pu ko 

küpa ngeafun kiñe zomobúfalo

Platte füta leufu ñi karumapu mew

lefentulelu matu

 

nüaenew chi pu weichafe pawnee

 

tranün

allkualu kiñechi rupa

ñi ül ina mew

ñi ekun

 

lan wifpire mew

ilelkafiñ pawnee ñi pichikeche

eñumngefiñ

 

welu walung müten

kishulen

fochofiñ iñche ñi pu namun

pu pichileufü Leleke pingey

 

chi feleko witruy pu kura mew

walwali chingküzeleyew ñi palipali

 

kupa mulen faw

 

kintun chi llufü

ngüfülüfiñ tufachi yiwiñkal

chi trangliñko chaikazeyew engun pu folil

 

iñche ñi wilikulliñ

pünoyngün ñochizuam mew tufachi inal leufü

kachamentufiñ kaimutufiñ aimeñ kachu

 

kintun alü mapu

 

iney elufi tüfeichi pu sumel

ka takun

üngümülelu

ina alambrado mew

 

búfalo en el agua  

 

yo quería ser una de los búfalos

en las praderas del gran río Platte escapando en estampida

 

que me cazaran los guerreros pawnee

 

caer

para escuchar una sola vez

su canto de cerca

y su respeto

 

morir en la nieve

extensa

alimentar a sus pequeños

abrigarlos

 

pero sólo en el verano

sola

remojo mis patas en el arroyo Leleke

 

el agua  corre entera entre las piedras,

con su murmullo redondea mis tobillos

 

quiero quedarme aquí

 

buscar el hondo

hundir entre burbujas este pelo grasiento

que el agua helada penetre las raíces

las aligere

 

mis pezuñas

se hunden suave en esta orilla

arranco hierba

la rumio

 

miro lejos

 

quién habrá dejado esos zapatos

y esa ropa

como esperando

junto al alambrado.

Lan Lan (Yantai, China, 1967)

4. Lan Lan (Yantai, China, 1967)

一切的理由

我的唇最终要从人的关系那早年的

蜂巢深处被喂到一滴蜜。

不会是从花朵。

也不会是星空。

假如它们不像我的亲人

它们也不会像我。

 

2003年

 

Todas las razones

Mis labios por fin han de probar una gota de miel desde las entrañas
 de aquel panal donde germinan las relaciones humanas.

No desde las flores.

Tampoco desde el cielo estrellado.

Si no se parecen a mis seres queridos

tampoco podrán parecerse a mí.

 

2003

Miguelángel Meza (Caacupé Paraguay, 1955)

5. Miguelángel Meza (Caacupé Paraguay, 1955)

MIMBY

Che ha’e pe mimby

aikova’ekue yvytúrö.

Asyryry,

oiko chehegui mbói,

tendy rapére aguejývo.

Amýi, aku’e,

ajapajeréi y ra’angándive ha apo.

Ahasávo yvyguýre

oikytï chesyva takuapi,

oje’o yapenu

ha apararä kambuchi

ha aperere yvu rape purahéi.

Tasë peteï kuápe,

che jopy.

Tasë moköi kuápe,

che jopy.

Tasë mbohapy kuápe,

che jopy.

Tasë irundy kuápe,

che jopy, che jopy, che jopy.

 

Mimby

takuára kusuvi ondyvúva.

Mimby

ita morotï rysýi moköi

omoakäkaräi tuñe’ë ñe`ëndy.

Che ha’e pe mimby

inimbo ahejáva ka’aguýre;

mandyju añuäva yvype.

Mimby,

yvyty omboryrýiva kyse.

Pyhare. Ñasaindy. Yvy. Y.

Yma. Ko’áça. Ko’ërö.

Chepype aikéva. CHejehegui asëva.

Che ha’e upéva

upe

mimby.

 

FLAUTA

Soy esa flauta

que se hizo viento.

Repto,

me he vuelto serpiente

al bajar la senda de la saliva.

Ando, me muevo,

ruedo con el reflejo del agua y salto.

Al pasar bajo la tierra

la caña me corta la frente,

se destiñen las ondas

y sueno a cántaro

y aleteo, ya música, por el camino del manantial.

Voy a salir por un hoyo:

me oprime.

Voy a salir por dos hoyos:

me oprimen.

Voy a salir por tres hoyos:

me oprimen.

Voy a salir por cuatro:

me oprimen, me oprimen, me oprimen.

 

Flauta,

asperjadora caña que escupe.

Flauta,

piedra blanca en doble fila

que peina el silbo en la siembra de las voces.

Soy esa flauta

que deja su hilo en los montes;

algodón que cubre los bajíos.

Cerro que deja vacilantes los cuchillos,

la noche, el plenilunio, la tierra, las aguas.

Antes. Ahora. Mañana.

Soy el que entra en sí mismo, el que de sí mismo sale.

Yo soy aquella,

esa

flauta.

 

Del libro Ita Ha’eñoso / Ya no está sola la piedra 

Traducción de Carlos Villagra Marsal,
Jacobo A. Rauskin y Miguelángel Meza

 

Xel-Ha López (Guadalajara, México, 1991)

 6. Xel-Ha López (Guadalajara, México, 1991)

Me he vuelto hormonal y superflua, si es que ambas pueden ser posibles juntas

 

Hablo por ejemplo

de arte

y no sé nada de arte

 

y nunca he estado en el Prado

y nunca he salido

a decir verdad

de mi casa

 

aunque a veces

contemplo cosas

como si no existieran

más allá de estos muros.

 

 

 

Un perro mira como una persona enamorada

y hay aquí

dos o tres espacios

que pueden ser fotografiados

 

un momento

 

Alguien acaricia al perro

y dos mototaxistas miran el horizonte

como si lo estuvieran cruzando

 

Al final alguien espera

cuando el sol ya se ha ido

y el sonido de los árboles

bajo el viento juchiteco es

solo una ola después de otra

todavía más fuerte

todavía más cerca

 

Yo grito te amo en la estación

como si no te fuera a ver en mucho tiempo

o como si uno de los dos adivinara la muerte

aunque llegue cuando estemos ya viejos

aunque llegue cuando sigamos juntos

 

Toda la vida es casi nada

una hoja se cae

alguien barre la banqueta de su casa

 

Hay apilado un montoncito de mugre

hay polvo de oro

 

Yo grito eso

porque en verdad lo encuentro de lo más oportuno

grito

como pudiera gritar alguien

sorprendiéndose vivo después de mucho

como pudiera decir auxilio, amén, más, o gracias

 

Grito algo honesto

como esa agua que deja ver los colores de las piedras.

San Bernardo Orge (Rosario, Argentina, 1988)

Santo Patrón de la Gestión Cultural de Abya Yala.

7. San Bernardo Orge (Rosario, Argentina, 1988)

La desafección

No había forma en el colectivo de que supiera,

cuando vimos los lapacho de Alberdi florecidos,

si esa primera noche nuestra era el principio de algo.

Estamos cansados, desayunamos jengibre y porro.

En mayor o en menor medida conocemos la calle

y es difícil que vayamos a confundir la parada.

No había forma entonces de que yo,

cuando vos preguntabas podría tu hombro

sostener mi cabeza, supiera que esa noche

llamaría la hermana de mi gran amigo

para avisar que él había muerto y al otro día

lo iban a velar temprano en Caramuto.

Envejecí en ese colectivo, mirando la avenida

cuando Alejandro vivía y aún cabía pensar

que quien respeta la pureza de las cosas

busca más bien la desafección que el afecto.

Envejecíamos pero no había forma de saberlo

mientras vos decías cada año cuando florecen

estos árboles me hacen pensar lo mismo,

no hay más que recuerdos de recuerdos;

vamos bajando hacia el centro en colectivo,

sin saber si abrazarnos o si no, apenas

preocupados por la hora y por las torres

que impávidas remontan el cielo en la ciudad.

 

Del libro “Folk”, EMR.

Clemente Padín (Lascano, Uruguay, 1939)

8. Clemente Padín (Lascano, Uruguay, 1939)

Estabilidad

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Mauro Alwa (Bolivia, 1977)

9. Mauro Alwa (Bolivia, 1977)

Achachilanaka

arsupxi

arutaki thakhinaka jist’arapxi

chakanak nayrapacha arutaki lurapxi

jikthaptawi suyatanaka yatiyapxi

qullunakata

yupaychañana jakaña apanipxi

panqaranakatakix wachunaka uskupxi

sarxaruñatakix thakhi pichapxi

jiwatanakan amtanakap qillqantapxi.

 

 

Achachilanaka

hablan

abren el camino a la palabra

construyen puentes para la primera voz

anuncian encuentros esperados

de los cerros

traen la vida en la oración

ponen surcos para las flores

limpian el camino para la partida

registran la memoria de los muertos.

Josué Marcos Belmonte, Ioshua (Haedo, Argentina, 1977)
10. Josué Marcos Belmonte, Ioshua (Haedo, Argentina, 1977)

Chico en la playa

 

¿Sabría el mar de su belleza?

El chico caminando por la orilla

aún más hermoso que toda la inmensidad del mar.

 

El chico caminando por la orilla con su perro

entrando al agua con la misma naturalidad de

las olas que lo recibían.

 

Y yo sentado en la arena apenas mirándolo

y no sabiendo si lo absoluto era el sol, el mar

o el chico

o acaso todos eran uno en ese instante.

 

¿Sabría el mar de su belleza?

¿Disfrutaría el mar mientras humedecía toda

su piel?

Mientras le entraba en cada rincón y saboreaba

la piel soleada más que el sol,

¿sabría el mar de su fortuna?

 

Cuanta poca oportunidad ya agradecería de ser

yo el mar por ese momento para abrazarlo y

jugar con su cuerpo y lamerlo entero con mis

lenguas de espuma.

 

Su perro lo esperaba en la orilla

como yo.

 

Un sueño de espumas y mareas, y la calma del mar

gozando al chico entre sus olas.

 

¿Sabría el mar de mi envidia?

Su perro seguía esperándolo en la orilla.

 

Y yo sólo queriendo ser el mar.

 

Tomado de Ioushua, todas las obras acabadas, Nulú Bonsai editora.

Mario Castells (Rosario, Argentina, 1975)

 11. Mario Castells (Rosario, Argentina, 1975)

Petei ch’angirúndie italiagua ro’e

 

Federico Rodríguez-pe, che py’aiteguive 

 

Ko ñe’ēpoty oguereko iñuhã…

Hay’u hese italiañe’ē yno’oguasúpe; ajapo kuri

karaiñe’ē ha upéi ambohasa,

ambokuatia guarani sapy’a.

Oime ñe’ẽ ha tembihai mbyteguáva.

 

Omombe’u upéicharamo jepe Montale

omomarandu:

«Mandu’ã katu ko mba’e ypy;

ndosemo’ái akãnguápe

ha ndohapõichéne ichuguĩ; ha’e ojuaju

oikovepáma tatatĩ jeguakãramo

oikéva ñane akã».

 

Ipy’amano, hasýpe ou jey.

 

Che mandu’a ojelia katu

guapo’ýicha yvyramátare che ypykuéra rehe.

Upéva ijyvyraruguy omongarúva ichupe.

Ha’e omyendy ko mba’eha’a ka’arupytū kiririhápe.

 

 

Con un amigo italiano, decimos

A Federico Rodríguez, de corazón

 

Este poema tiene trampa…

Lo bebí del lago de la lengua italiana;

lo plasmé en castellano,

y luego lo traduje, lo escribí en guaraní.

Está en un linde impreciso

de voz y escritura.

 

Enuncia lo mismo que Montale

nos recuerda:

«La memoria es cosa primigenia,

no surge de la mente

ni echa raíces en ella;

la memoria se aferra a todo lo viviente

como una cofia de niebla calza sobre nuestras cabezas».

 

Si desfallece, difícilmente retorne.

 

Mi memoria

-como epifita al árbol- se liga al recuerdo de mis ancestros.

Esa es la savia que la nutre.

La que enciende la plegaria en el silencioso atardecer.

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