Hola chicos, el día de hoy compartimos el primer post del año dentro de la sección Sub25Push, destinada a publicar a poetas en sus primeros poemas o en su primer libro. Este Jueves comenzamos con cuatro poemas de Ana Carolina Zegarra extraídos de su libro La Vida después de la Supervida, publicado muy recientemente por la editorial arequipeña Aletheya.

 

E L  M A L  Z O D I A C O 

Me siento a contemplar el hueso de      tu         muslo carnívoro
yo Raquel me he formado en burdeles (no en carrusel de camellos como tú)
amando tu fémur y tu órgano bicéfalo
quiero que recuerdes lo especial de nuestros kilómetros
serenatas de efeeme
la canción de la fragancia más sensual del mundo
el recuerdo gime por entrar en mis muñecas gime mucho
ya pierdo el control
Raquelita
porque el que se queda a desperdiciar ese jardín grande
la casa maltrecha que sin ahorros obtuvimos
soy yo
tu pariente menos cercano
ahora que vives donde la magia blanca apesta a químico de asesino
me quedo con tus células corriendo libremente en las sábanas que no lavo
desde el doce de marzo…

 

P O S T C O L O N I A L

Wilfredo tu camisa está vieja
compremos otra y que amanezca tu panza en ella
yo quiero que tus flores dactilares
me toquen cada miércoles de carpintería
y esta avalancha de sarampiones y piernas tacuchis
acabe como se debe con un banquete de oro y cilantro
Me dijiste que partir era sacarme el vientre
pienso que es la molleja que he reciclado la que se va contigo
mis alcoholes esos polos fétidos
la tremenda caravana de choclos con queso
Mientras tanto tus ojos planifican quimera constitucional
que todo esté en orden —por favor— que no baile la abuela
(aquí la cerveza es una piscina de Tingo)
tengo que agradecer que tú seas mi cónyugue
y tus nubes floten en las verbenas de mi saliva
dices que partir es partirme
pero mis huesos carecen de código civil
el buen acto sería doblar.

 

L O S  B E T O S 

No pierdo la fe en tus grandes bolsas de cuero
en la uniformidad de la tierra al levantarte
juramentos que hicimos —lanzamos chillidos al Este—
Las rocas pertenecen a nuestro circuito
estoy conmovido de que vuelvas a tu eje humano
has facilitado a tu señor la gran sonrisa
Asunción aparte
tus cabellos me hicieron
tu cálido chiquillo marioneta
y mi pueblo sin ti
aprendió a no tener ruiseñores ni bancas
Mañana agarraré tus kilos
Y no serás vergüenza ajena serás limpia carretera de verano
Ya
viérteme justicia en el pecho
disfruta los árboles bostezar tu piel
haikus que comen ese nombre limpio
Lily.

 

S T E V E N S 

Oye Elio, Elio de jóvenes almendras en boca
Sé que amargo es el amor, pepas de limón
Esas que maltratan un buen jugo en el norte de Italia
Quisiera frotar tus llamitas capilares y darles cajas de ginger ale
Elio, tu corazón será partido lentamente hasta los 30
Verás una cantuta y frotarás tu parte inversa en las cantinas
Yo, Elio, imploré a la virgen de los temblores y del carnaval número 2000
Qué no deseaba que el músculo agreste se convierta en pasa
Solo quería una extirpación de la metástasis
Yo también fui de helio, volé como 8798 km al cielo con un sorbete de maracuyá
Y me incrusté piedras preciosas en las vísceras
Olí mediodías con canciones de un tío peruano que no conocerás
Lucho Barrios, multipliqué los viajes, jugué a ser millonaria
Elio, mírame aquí lucho una batalla del 91
Quisiera decirte que eres un nuevo ser, cuando otro cuerpo se mete por tu vértebra
Pero no, sólo intentas ser helio, pero nunca alcanza
El oxígeno tiene vigencia
todo se respira

40767812_10156567785696069_3494049147625930752_o

Ana Carolina Zegarra. (Arequipa,1990.) Estudió Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Ha publicado las plaquetas Make&Gum (2009) y 21 Casas de Verano (2011). Publicó La Vida después de la Supervida con Aletheya a finales de 2018

Compartir
Facebook
Twitter