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Hola! Seguimos en cuarentena y en tiempos de COVID-19, así que aprovechamos para dejarles algunos poemas, de un autor siempre presente en las varias escenas literarias (tal vez no en cuerpo presente, pero sí en espíritu) del Perú durante la década pasada. Se trata de Anaximandro Sánchez, un poeta del cual les dejamos 2 poemas el día de hoy.
La máscara es el salto
hacia un fragmento
que habita en el otro
con rebeldía íntima
y que el otro imita
y lo rehabilita de la crisis
del presente sucesivo,
voy a hablar un poquito
de la desesperación:
Ocurrió en una oficina,
estuve a punto de no existir;
nadie sabe lo solo que está
hasta que pasa ocho horas
entre hojas de cálculo
buscando un céntimo.
Sube, baja y se arrastra
por un muro infinito de celdas.
Calla y obra, calla y suma
calcula, cobra, respira
el milagro de la corrupción
con perdón de los bancos…
¿Y usted qué hace
para llegar al borde
del cráter y morder pólvora
como si estuviera vivo?
Falta poco
para que
mueras de
la vergüenza
en manos de
la chica que
te gusta y
te mata sin
saberlo. Aunque
nunca te
hable ni te
mire, aunque
jamás te haya
saludado en
once años
de educación
elemental, aunque
haya embarrado
todas las
grietas donde
los insectos se
refugian con
sus huevos y
sus penas;
crees que
si le haces
saber que
hablas y no
eres transparente
y mueves
el aire cuando
caminas; crees
que tal vez
un día, decepcionada
de un novio
imbécil, aburrida
de un marido
indiferente, más
triste que sola,
sofocada por las
circunstancias,
ansiosa de
aunque sea
un bicho misio
y despeinado,
tal vez un día
se crucen por
la calle y por
primera vez
te mire:
El tiempo
la habrá
esculpido
de mentiras
mientras a ti
te habrá
devastado
de verdad,
pero te
reconoce,
sacudido
contra el
suelo, bañado
en polvo, y te
saluda. Te
acoge en
su mirada
inquieta,
nerviosa, te
ofrece una
conversación
casual, te da
su número y
se despide.
Trasnochado,
disimulas la
soledad atroz
antes de
llamarla. En
la cita
crujen tus
sueños hasta
desmoronarse
y surge el
monstruo
del laberinto:
Te regala
muestras de
Herbalife. Sudas
frío, te
tiemblan las
rodillas, los
poemas que
le dedicaste
se indignan,
se arrugan
y saltan
a la papelera
de reciclaje.
Explica que
ayuda a
adelgazar,
que ella ha
comenzado
hace poco
y ya ve
resultados
que no puedes
ver; no, no, no
puedes perder
esta oportunidad.
Agrega que
es barato,
pule la
celutitis y
detruye la
anorexia, si
das pena en
la playa, te
pone duro,
te pone
piedra. Previene
melancolías, toc,
insomnio, diarrea,
insolación y dolores
menstruales. Es
práctico, idílico,
fatídico, romántico
y de fácil
digestión. Eleva
tu chi, controla
tu caso, regula
tu queso y
fortifica tu
esqueleto… Le
compras un
batido para
que se calle,
la bloqueas de
tus redes
sociales y se
crea cuentas
falsas prometiendo
una vida
mejor, un
negocio
redondo. Falta
poco –dice
para que
pases a otro
nivel.
Anaximandro Sánchez, vive en Lima, Perú; tengo tres hijos, me dedico a labores ajenas a la literatura, mi jefe y mis compañeros se mueren por saber qué tanto hago en word. Fui parte de la antología de C.A.C.A Editores Ese Puerco Existe, en 2012. Voy a sacar una novela corta, un libro de cuentos o un poemario, si no me descubren en mi trabajo y consigo editorial. Actualmente escribo en la página @elnudomudo de Facebook.
