En ese momento me di cuenta que no sabía exactamente si lo que me gustaba era ‘el chongo’ o la poesía.

Ya que esto es algo lejano a lo académico, debo hacer algunas confesiones: leo poemas como si mirara mi “inicio” en Facebook. Creo que el término se denomina “scroll”, es decir solo paso las letras y si hay algo que me interesa me detengo a “sentirlo” , sería la analogía de “hojear” un libro ( en un sentido físico). 

En realidad no sé por qué lo hago porque “en teoría” me fascina la poesía y sinceramente me da mucha curiosidad saber si todos leen así, pero es algo que me había dado vergüenza preguntar, como dicen: “es mejor desconocer algunas cosas”.

Inclusive, en mi primer acercamiento a la literatura electrónica, me pasó eso.  Roberto Valdivia y Kevin Castro organizaron un taller de dicho tema: una hora para la teoría y la otra para la práctica. Los primeros sesenta minutos mi mente era un “scroll” completo, pero en la segunda hora, cuando estábamos en grupos soltando ideas, mi cabeza se sentía como una pequeña metralleta. En ese momento me di cuenta que no sabía exactamente si lo que me gustaba era “el chongo” o la poesía.  Pero preferí no conocer esa verdad.

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La segunda confesión es que no sé exactamente cómo hacer una reseña, así que tomaré esto más como una conversación de amigos. ¿Para qué complicarnos?

Lo que sí recuerdo de la teoría del taller es que un punto  de la poesía electrónica son los hipervínculos y eso fue lo que encontré al leer: Antes de salir a la calle pensé que eras el sol de Daniel Vargas, pero esta vez estaba decidido a no hacer “scroll” y me llevé gratas sorpresas, más que por el poemario, por lo que descubrí en mí.

Pensé mucho en mis chats del 2012 cuando yo era un quinceañero enamorado, vino a mi mente  las conversaciones en Facebook de mis amigos cuando creíamos que “solo el amor salvaría el mundo”; recordé a las chicas con las que chateamos y la forma tonta en la que quisimos aparentar madurez, pensé en los primeros peluches que compramos para los mesarios y las cartas que mandamos. Algo de todo eso tiene este poemario.

Sinceramente, no me importa quién sea Lucía ( a ella está dirigido todo el texto), pero me trajo algo de las mujeres que ¿amé?. Especialmente, la parte final de la posdata ya que es una conversación inconclusa, sin respuestas. Creo que algo así es el amor no correspondido: un chat unilateral y un cúmulo de interrogantes tontas en la etapa de conquista.

En resumen, creo q es una mezcla perfecta entre lo sofisticado y un chico desesperado (intenso, bobo, obsesivo)  escribiendo en el computador. Lucía, si estás leyendo esto, quizá sea bueno que respondas. Como él dijo: tu abuela lo llamó.

Lucía, ya es tiempo de dejar el “scroll”

FICHA TÉCNICA

Autor: Daniel Vargas

Año de Publicación: 2020

Edición Autogestionada digital (disponible aquí)

Breve reseña: Daniel Vargas, autor peruano es el editor general del proyecto Personaje Secundario y ha publicado recientemente por vía digital “Invadir Rusia en Invierno” junto al poemario reseñado.

Renzo Huerta

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Redactor Creativo en Ormiga Arte Digital
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