Sobre El cuerpo es devil, de Cayo Cactus

«Dios bendiga el reggaetón, amén», recita J Balvin en un hit cuyo título es el eje central del más reciente libro de poemas de Cayo Cactus: el reggaetón. El cuerpo es Devil plantea una serie de postulados poéticos que también podrían ser una narrativa del género, como un documental sonoro. El hechizo del dembow es explorado desde múltiples niveles: se utiliza la rima para contar historias, establecer archivos y hacer algunas predicciones.

Una de las primeras controversias es la presencia del reggaetón como un ente marginal. Su desterritorialización de origen plantea la necesidad de voces en español. Vico C es el pionero. Luego llega la resignificación del dembow: pasa de ser insulto a ser ritmo. El resto es el camino del spanglish. Es interesante que se plantee a este lenguaje híbrido como una herramienta de globalización. «Le gusta a lo kinky, nasty y aunque sea fancy / Se pone cranky si lo hago romantic / Le gusta el sexo en exceso / Y en el proceso me pide un beso». Este coro sencillo pero efectivo de Plan B puede triunfar aquí y allá. Y la pronunciación lasciva y melódica en el seseo de sexo y exceso reflejan, según el autor, una marginalidad de memorabilidad sonora.

En el poema Felices los cuatro observamos la conformación de un sistema de relaciones organizado más allá del amor romántico. «También el amor / es un intercambio económico / cuya última ambición / es la maximización del beneficio». Se propone la emancipación del sexo en detrimento del modelo amoroso capitalista. «Dinamitar el amor romántico y sus estereotipos significa cuidado mutuo y relaciones sexoafectivas horizontales». El florecer de la exploración sexual y atracción emocional con responsabilidad y apetito, sin caer en los clichés del mercado, aparece como uno de los proyectos del reggaetón. Maluma como profeta.

Luego de algunas reflexiones sobre el rol de las mujeres en el género y su derecho de perrear, se emprende la construcción de la figura del amor como puente entre lo divino y lo humano, el suelo y el cielo, la carne y el alma. La música aparece como un ritual de divinidad y comunicación. El reggaetón es una fiesta que es, a su vez, «venganza contra la muerte (…) literalmente un gran culiadero». La inseparabilidad del sexo y el dembow. La reivindicación de nuestro derecho de perrear en Latinoamérica.

Citas de Gabriela Mistral y Bad Bunny sobre el dolor son equiparadas para acercar sus contenidos: el dolor es universal y lo sufrimos todxs. Algunos apuntes en torno a Te boté, el hit de Bad Bunny, Ozuna, Nicky Jam, Nio García, Casper Mágico, Darell y Flow La Movie resaltan las dimensiones fantasmales de las relaciones fugaces, y también la figura del corazón roto para justificar actitudes impetuosas. Canción de despecho. La posverdad y la mentira a las que se enfrenta Nicky Jam en «Miento si digo que no me hace falta / Cuando me rozaba tu piel (…) No quiero mentira’ ni tu falsedad» hacia el final del libro se mantienen como preguntas abiertas.

Irónico y esencialmente musical, El cuerpo es Devil atraviesa varios niveles de sentido. Parece un cuento pero es también un ensayo (y en teoría es un libro de poemas). Las múltiples referencias y datos históricos hacen de él un documento de archivo pop con un ágil sentido poético. La memoria del reggaetón no podía dejar de ser un remix.

FICHA TÉCNICA

El cuerpo es Devil

Editorial: autopublicado

Fecha de publicación: 2019

Sobre el autor: Cayo Cactus es abogado y escritor. Su obra se relaciona con el pastiche, la obra colaborativa, la infracción de norma y los derechos de autor. Se ha desempeñado como especialista en Propiedad Intelectual y de forma paralela ha desarrollado un proyecto editorial (Calaquita) y autoral en narrativa gráfica, traducción, poesía, dentro de la cual destaco una línea de estudios de arte y derecho denominada Iuspoética. Sus últimas dos obras son El Cuerpo es Devil (poesía – oct. 2019) y ASCOS (libro objeto – dic. 2019). Puedes leer más de su trabajo aquí.