TOP 16: Poemas peruanos del año

El año 2015 ha estado cargado de mucha poesía. Hemos estado leyéndolos a todos, o bueno a los que se han dejado leer. Y Poesía Sub25 ha realizado una selección de los 16 poemas que, a nuestro parecer, fueron de los más destacados. En serio, acércate a leerlos. Y coméntanos a quién pondrías tú en el top.

PS: Consideramos dentro del top a poemas de finales del año anterior pero que recién fueron leídos por todos a partir de Enero, por eso Trendelemburg y Vietnam aparecen por allí)

16- Je suis le amort morhts – Willni Dávalos

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I

 

El ahmor se fue a morir

al aguacero

al lodo

a la vista de todo el barrio

lleno de barro la boca

injuriando.

Te digo que escuche que dijeron

que su mascota murió

pequeño chusco

esciuromorfo o

perrito de la pradera o

ardilla o marmota o lo que fuera

un roedor

envenenado.

Frustración de niño que tiñe sus canas.

La lluvia cicatriza con sal la herida.

Qué sabemos

de esta lluvia, ¿qué es pura?

qué sabemos

de la herida: que es un

acto suicida a largo plazo.

Además oxidada estaba la navaja.

Vale más morirse,

de un solo

y firme

movimiento

que sufrir en nervio

las horrendas contracciones del tétano.

Otro ahmor se fue al desierto.

Sin bloqueador- Sol de fauces lacerantes-

vestido de negro- Luto por la luna nublada-

No murió.

Deshidratación,

quemaduras de primer grado,

el sabor hiriente del cactus.

Qué terco y desquiciado,

masoquista y ramplón.

Yo me iba a morir.

Estaba borracho.

Les grito:

¡váyanse a enmierdar el alma!

Le grito:

¡vete a enmohecer la concha!

Grito:

¡vuelve a la vagina del lago, cretino!

Estaba borracho, el ahmor detiene el hígado

y todo el almuerzo se retuerce en bilis

el ron es un licor abyecto ¿ves?

Era capaz de todo hasta de matar.

“Quiero matarme reconcha de tu madre, quiero morir hijo de puto”.

El mazo del serenazgo cayendo con la fuerza del granizo

sobre la decolorada cabellera del ahmor.

Me iba a morir y terminé desplomado en el piso.

Malos días, malos hábitos, malas juntas, malo es recordarte,

Ahmor eras la carceleta, los baldazos de agua fría.

Los barrotes, yo empapado sin sandalias lleno de mugre.

Así que otro día sufriendo por capricho, eh.

Cuento las cicatrices, los moretones, arañazos y piquetes

¿A qué hora abrirán la puerta? ¿Cuánto costaba la estadía?

El ahmor ha trasgredido las leyes de la razón.

Se desplaza a su deseo.

Atraviesa las paredes

es una bestiezuela poderosa

de una patada se tira abajo

el sistema penitencial peruano.

El ahmor levanta el ojo,

apaga al sol con su mirada.

El ahmor no tiene miedo.

El ahmor ha decidido

correr más rápido que el cáncer,

caminar sin dudar,

aplastar a los comerciantes.

El ahmor no tiene miedo. El amor ha decido.

¿Matarse?

¡NO!.

¿Borrarse?

¡NO!

¿Extraviarse?

¡NO!

El ahmor ha decidido morder el anzuelo

y perdonarse.

Vuelve el aguacero, sus bronquios oxidados.

Exhuma el cadáver de la vieja mascota.

Lo acaricia y ya no hay vida, ni memoria, ni palabras.

Miro atento los gusanos en su orgía alimenticia.

El hedor nublaría a cualquiera pero no al ahmor

(somos insensibles locos en paroxismo, sabes) No a mí.

Respiro profundo.

Respiro amarillo, profundo en mi abdomen, amarillo profundo.

La muerte no lo quiere, lo detesta.

El ahmor cierra los ojos.

Se aferra al cadáver y literalmente se mea de risa.

Está vivo, luego de las pastillas, sigue vivo, sin importar

el balazo errado. Mala yerba, quemada y aún aromática,

el ahmor. Mala yerba, en infusión venenosa y turbia.

Estornuda, hay sangre en su esputo.

Vuelve en sí y cogiendo

la calentadora se da cuenta

que no tiene fósforos

que las hormigas dictaminaron

toque de queda en toda la prisión.

En la loza ve un reflejo, y no existe

se dice, otra vez, pienso en amar en matar

en amamantar.

 

II

 

Una vez hecho

el ahmor se fue.

Una vez hecho

se fue a morir

al mar.

Una vez en el mar,

el ahmor puso fin

al martirio de deshacerse

de lo ya hecho

por buscar hacerlo mejor.

Cuando hacíamos el ahmor

no importaba que hubiera un mar,

importaba el morado en los ojos.

Una vez deshecho,

el ahmor es sus restos,

palabras apiladas

en el lecho abisal.

Historias enumeradas,

clasificadas, analizadas

y resumidas:

El ahmor

huella-fondo-texto.

El ahmor

idea- deseo- miedo.

El deseo

mar y suma de restos.

Fin del deseo:

descomposición.

Fondo del mar:

collage de te amo’s,

desperdicio fósil,

en morado obscuro.

 

(Publicado Originalmente en Mutantres Número 5)

15- Poema para editarte – Eduardo Borjas Benitez

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Once años después te encontré en la misma calle

te pregunté qué fue de tus sueños

tus sueños que eran el dolor de aquella noche

cuando ebrio cerraste los ojos

y te echaste a correr por el centro / Tu sueño

comenzaba en los paneles comerciales

proyectados con violencia en la mirada de una niña

que vendía frunas en la Av. Alf. Ugarte

tu dolor proseguía en los muslos desnudos

de las prostitutas que morían en pie de cara

al crudo invierno

por esas calles sicodélicas meadas

se arrastraba pesado tu sueño / tu dolor

que era también el sueño y el circuito de la sangre

en los hospitales y en el cuerpo

que era el mismo sueño de un sinfín de piedras

bloqueando las carreteras del sur

pero nada interrumpía a tu sueño

que en su camino equivocado al sol

insistía en tirarse por la ventana cada tarde

nada lo interrumpía

ni siquiera la voz de la muchacha

gritando en la plaza Dos de Mayo

que ella era la luz que iluminaba

ese paisaje de muros calcinados

la luz que prestaba su luz a los postes

y hacía reverdecer los cables en los campos

en medio de una cruel ola de accidentes

tú perseguías a la muchacha que trazaba círculos

vacíos triángulos perfectos

en su depresión por La Colmena

seguías su rastro de girasoles adulterados

hasta el parque universitario

y entonces tu sueño provenía del dolor

de no entender cómo

cómo nadie puede verla / si aquella muchacha

es la luz que ilumina los pasajes estrechos

por los que yo voy a ciegas

 

(De Trendelemburg)

14- Reflexión final – Tilsa Otta

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Es increíble lo que la lluvia puede hacer por una

pared manchada

Lo ha dicho un ángel del área de limpieza

A las amas de casa

A ellas que cada mañana

Recogen los restos de dios

Del sueño del hombre que trabaja

Sus consejos útiles dejan huellas imborrables

Claros de cielo sobre la tierra

Iluminada camino a su cueva

Me abraza muy fuerte para ser humano

Sus largos dedos

En señal de victoria sostienen el cielo

Yo camino sobre el aire que respiro

Expiro

Y amanece en alguna parte

Todo respira

Y es imposible estar muerto

Imposible dios

Con pocas palabras me creaste

Y yo hago todo esto

Yo creo todo esto

Y cuando siento que le doy la espalda a la verdad

Me volteo

Y sé que te gusta mi amor

 

(De Antimateria)

 

13- Los Chinos – Álvaro Lasso

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Ha pasado el tiempo necesario y el partido ha muerto. Los rostros de sus principales miembros aparecen en serigrafías y desfiles de moda. Los hijos políticos que quedan logran tomar el poder en un inédito acuerdo con la principal fuerza política del país: la cárcel.

Han abierto un programa de enseñanza de medicina para algunos presos. Empezaron como enfermeros, y con el tiempo, algunos ya son doctores. Empezaron como enfermeros, y con el tiempo, algunos ya son doctores. El Gobierno ha diseñado nuevos centros de salud, construcciones cuadradas con ánimos de eternidad en homenaje a los sueños de sus padres.

Entro a la sala de cirugías. Tengo algo que no funciona y debe ser cambiado por una imitación china. El doctor me cuenta  que colgaba perros muertos en los postes. Yo le cuento que los veía de niño y que, a pesar de la monstruosidad, les encontraba cierto valor estético.

El doctor asesino-de-perros me explica la operación. Pido que pongan música que no voy a escuchar. La anestesia entra suavemente. El sol aparece por la ventana. Mi abuelo me enseña a tender la cama. Lo hacía con gusto, con detalle, mientras mi abuela preparaba el desayuno. Cuando era niño, las bombas caían todos los días, pero mi casa era indestructible.

(De Izquierda Unida)

12- HUK – Jorge Rengifo

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Tengo 20 años y las mismas curiosidades de cuando tenía 10. Tengo 20 años y la inocencia misma de los 10. Mi corazón es atravesado por una lengua eléctrica que baja del cielo y me lame. Mi corazón es un laberinto y dentro de él hay una catarata y dentro de la catarata hay una niña que mira la luna como una parvada de pájaros azules. ¡Oh vida!. Yo sé que eh debido disponerme como un monje a tus pies. Yo sé que eh debido preparar mi cuerpo para ser devorado por los buitres. Yo sé que eh debido besar tu boca/mirar tus ojos / tocar tus manos. Ahora noviembre se abre humildemente entre verdores y tu piel ha adquirido un tono psicodélico (que solo es posible ver cuando uno se enamora). Pues perfecto. Estoy enamorado de ti. Te amo y te amo un trillón de veces más. Y podría ver en tus ojos las visiones más extrañas. El vuelo de mil aves  no es más hermoso que nosotros cuando vamos corriendo de la mano por el bosque cubierto de estrellas. Por ti crecí soñando que los poemas tenían pulso. Por ti crecí soñando que los pajaritos nacían del mar y que su corazón era tan inmenso como la noche misma que ahora tenemos al frente. Princesa de arena clara. Ahora que la noche se ha parado como una estatua de carne ante nosotros. Ahora que somos diminutos submarinos bajo el agua y los lobos (marinos también) desfilan dando la vuelta a nuestros cuerpos. Viajaremos hasta el sumidero de los días. Allá donde los montes son más verdes y más altos. Nuestras células se expandirán por todo el hemisferio y me dirás el código secreto con el que nos reencontraremos vida tras vida. Yo recordare tu sonrisa tecnicolor. Tú recordaras el sonido de mis pasos acercándose a lo lejos. Y a la medianoche nos volveremos fuego/constelaciones andantes. Nos reiremos de aquello que llaman tiempo. Deshojaremos sus pétalos. Armaremos un velero y surcaremos la naturaleza etérea. Conoceremos todos los signos que habitan en el éter y el aliento destructivo de la antorcha pura del sol. Conoceremos la arquitectura errante de la luna y el cielo de escamas circundantes de donde nació. Encenderemos fogatas altísimas entre los robles salvajes y los racimos de mango. Las papayas grandes y jugosas serán manantiales en verano. Aprenderemos a pararnos de puntitas para escuchar lo que dicen las estrellas. Aprenderemos a sacar nuestro amor como una bufanda para estos días de invierno. ¡Oh Pan diario de la muerte!.Flor de helio que te elevas sobre los campos de alfileres.  Ahora que amanece  en todo el meridiano de Greenwich y las gaviotas han comenzado su canto sideral. Viajaremos heridos de ternura. Mi vida. Te lo prometo. Ya somos dos cantándole a un cielo gris. Soñando larga y locamente.

En la orilla frente al mar.

En la orilla frente al mar.

 

(Publicado Originalmente en Dossier de Poesía Peruana 80s y 90s en Círculo de Poesía)

11- Clonazepam o Cada vez que alguien me roba la señal de Wifi mi corazón se rompe – Kevin Castro

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La velocidad de mi Internet es de 4.1 kbps para conectarse a una red social

La velocidad de mi cerebro es de 0.1 kbps para conectarse al universo

El núcleo de mi ser está compuesto de miles de cables que no se conectan a ningún lugar

El 99% del tiempo no soy un robot pero daría lo que fuera por ser un robot para no sentir nada

Con frecuencia sueño que soy un robot y no siento nada y mientras no siento nada escribo poemas que le gustan a gente que no me ama

El núcleo de mi ser está roto y tiene la forma de una escultura de arte moderno que critica la sociedad híper-globalizada

En 2011 el Wifi empezó a ser mucho más rápido y yo en cambio empecé a volverme más idiota

La velocidad de mi internet se acerca a 0 cada vez que mi corazón quiere conectarse a una red social para mirar tus fotos y deprimirme

La velocidad del universo acelera demasiado cada vez que escribo poemas y los leo frente a gente que no me ama

Gente que no me preguntará si he comido hoy

Gente que mira mis cables rotos como una escultura de arte moderno que critica el capitalismo y aplaude por eso mientras yo imagino con toda mi capacidad cerebral que soy un robot

Y mientras soy un robot recuerdo vagamente escenas de películas que vimos juntos en una laptop diminuta con una conexión de 700kbps

Y mientras soy un robot no recuerdo nada ni a ti ni a mí juntos apoyados en una almohada ortopédica con las luces apagadas y la cama medio rota haciendo ruidos

Mi perro aúlla todas las noches porque extraña vivir en la calle

La velocidad de conexión de mi perro hacia mí es 0 porque mi perro no me ama

Leo mis poemas frente a mi perro que no me ama, frente a mi perro que no me pregunta si he comido hoy, frente a mi perro que mira mis cables rotos como una escultura de arte moderno que critica el capitalismo

Abrazo el núcleo de mi perro que son pedazos diminutos de asfalto meado

Abrazo mi propio núcleo de cables desconectados y rotos

El 99% del tiempo no logro ser un robot y me tiendo sobre mi cama y apoyo mi cabeza en mi almohada que no es ortopédica con las luces prendidas

Y de pronto nos recuerdo a ti y a mí con las vértebras correctamente alineadas, nuestros núcleos o espíritus o esas cosas cursis que uno nombra de cualquier manera en un poema conectados, mirando una pantalla, bailando, viajando, jugando, riendo, besándonos, haciendo el amor en una cama medio rota, proyectando tanta luz,(tú no sabías que los calamares tenían tinta adentro hasta que cociné calamares en tu casa y me manché los brazos y entonces te reíste tardíamente de todos los chistes de Bob Esponja que antes no entendiste justo allí en esa cocina aquél día)

Quiero decir, el 99% del tiempo no hay nada de luz ni de conexiones ni de amor pero entonces hubo tanta luz

En 2012 la tecnología Li-Fi empezó a desplazar al Wi-fi y yo en cambio (perdón) empecé a ser una mierda

La velocidad de mi vida es de 0.1 kbps porque soy una mala persona

Pero con frecuencia sueño que soy un robot y aunque no amo a nadie le pregunto a todos si han comido hoy y los alimento

Y mientras soy un robot no siento la necesidad de escribirle a J.R para que me consiga clonas

Y mientras soy un robot no me da pena recordar que tu núcleo es una mezcla hermosa de aquel pastizal de la Fábrica de Willy Wonka, el corazón de tu padre y las nubes cóncavas del cielo de La Merced a las 11 de la mañana

Y mientras soy un robot también me da igual ser cursi en los poemas que leo para gente que no me ama, gente que no me preguntará si he comido hoy, gente que mira mi núcleo como una crítica a Silicon Valley

(Lugar que, por cierto, anhelo visitar alguna vez en mi vida para sentirme importante y miserable)

Le pido perdón a mi perro por ser una mala persona

Le pido perdón a la gente por escribir malos poemas para que me amen y me quieran cuidar

Te pido perdón a ti por teléfono y la llamada dura 1 hora, 5 minutos y 3 segundos que no son suficientes para nada en este planeta

Quise escribir un poema como las nubes cóncavas del cielo de  La Merced a las 11 de la mañana pero no pude

Leí 200 veces aquél poema hermosísimo de Berta que decía al final aquello de los poemas circulares y aquello de hartarse y aquello de la tristeza y las evocaciones y lloré 200 veces porque mi vida es un círculo desconectado de los pastizales de Willy Wonka y del corazón de tu padre y de las nubes cóncavas del cielo de la Merced a las 11 de la mañana que no soy capaz de plasmar en mi vida o en mi piel o en un Word o en mi estómago o en las paredes del Centro Histórico de Lima

Mi perro extraña la calle pero no lo dejaré ir porque soy una mala persona

La gente odia mis poemas pero los escribo igual porque soy una mala persona

Nuestros núcleos permanecen desconectados y nos duele porque soy una mala persona

En 2015 adopté un perro de la calle que me odia aunque yo de verdad lo amo a él, a ti y a la gente que lee y/o me escucha leer este poema

Puede que en el fondo tú y uno o dos de aquellas personas me quieran un poco

Puede que tú y/o ese par se acerquen o me escriban o me llamen diciéndome cosas lindas

Con frecuencia sueño que eso pasa y que yo los abrazo pero especialmente a ti a pesar de tantas cosas de tantos momentos de tantas situaciones por ejemplo nuestros núcleos no se reconocen más y las nubes de la Merced son negras

Pero sucede que quiero ser un robot

Sucede que de verdad quiero ser un robot

Oh dios sucede que quiero ser un robot con todas mis fuerzas y con todo mi ser y con todas mis ansias y con todos mis cables rotos y desconectados

Mi perro y yo empezaremos a meditar y entraremos en el camino a la iluminación para que los monjes budistas nos dejen vivir con ellosSi me despiertas, deja a mi perro. A mí llévame a casa.

 

(Publicado Originalmente en Transtierros)

10- Put me in a movie – Valeria Román

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puedes preguntar qué es lo que más me calienta y te llevaré en un mágico viaje

por tres poemas

uno

en la noche

dos

en el espejo

pregúntame sobre mi actriz porno favorita y te mostraré

el vídeo

de mi primera comunión

el vídeo

de todos mis cumpleaños

voy a masturbarme porque no quiero sentir mi tristeza

voy a masturbarme porque tengo mucho miedo,

pero

quédate

esto es justo como en las películas

cuando se acaban los veintisiete minutos y dieciséis segundos

las lolitas

con el culo partido

ya no existen,

yo sí

estoy de pie

todas las cámaras apuntan a mi corazón

mientras carga otro vídeo,

y en mis ojos hay un océano que arde

y en mis ojos todo está tan claro

y en sus ojos ya no me veo

esto es justo como en las películas

pregúntame cuánto tiempo duro frente a mi teclado y te morderé los huesos:

hoy quiero contarte todas mis fantasías sexuales

hoy quiero que vean mi sexo como una constelación

a la orilla de esta tristeza

que seca mi espalda

quiero ser la observada y no el observador

la polla sin rostro

la ventana en incógnito

quiero borrar el historial y ser dios

porque si me peguntas,

lo que más me pone

lo que más me calienta

es esta culpa

inservible

tonta

que se arrastra

entre

mis

piernas

 

(Publicado Originalmente en el Dossier de Poesía peruana publicado en Círculo de Poesía)

 

9- 17 – Mario Montalbetti

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Soy un bonzo y ardo en el camino.

 

Estas son mis posesiones:

cuatro argumentos

sobre la naturaleza de las palabras,

miedo de morir, y

un departamento de 150 m2

 

Rociado de gasolina no diré

que heladas son las llamas de tu amor.

Más bien,

 

(de ahora en adelante)

trataré de mantener la boca cerrada.

 

El bonzo arde.

Hace un buen tiempo.

Soy el bonzo que arde en el camino.

 

(De Vietnam)

 

8- I – Fernando Pomareda

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Te has cansado de usar escaleras para llegar a los dioses. Ellos tienen una cara como tú y el mismo cuerpo día tras día. Te has cansado de las estampas coloridas y velas que se derriten, como las noches que pasamos juntos en las playas, escuchando el silbido del anzuelo de ballena, el mismo que usaste en la corona de la mujer que amabas: hueso de llama de más de cinco centímetros y más de dos milenios cansado de nosotros. Cansado de los que deciden, de los que tocan el hombro de su bandera de estrellas, con su cara negra, blanca, amarilla y roja, y te dicen que has muerto. Cansado del mono que te ordena, del hueso que rompe, degolla y chupa lo que queda, lo que quedará sin remedio, porque no hay remedio ante la máquina y el canto del cucarachero terco de los martes del Perú.

 

Tuviste una vida sencilla. Te mudaste a los nuevos barrios que no eran tan nuevos y que se alzaron en Lima, como quien levanta un sombrero. Esperaste la secundaria para recoger el maíz de los tuyos. ¿Recuerdas el verano que hiciste una cocina de latas y la máchica empezó a parecerse al sabor de la carretera de Oxapampa a La Parada? Pronto te cansaste de usar sombrero y sentarte con las virreinales palomas del Centro a esperar en las largas avenidas que van de San Juan de Lurigancho al mar. Te cansaste de esa llamada, de un  “lo que queremos y claro que empieza mañana temprano”. Te cansaste de las cantinas de los chinos del Jirón Junín y saliste a la calle a vender tus huesos: dos por un sol, tres con un corazón de regalo. Y cuando llegue el otoño (que no es otoño ni primavera), subiremos a la vieja línea diez hasta las puertas del Ángel, y dejaremos comida y juguetes para todos. Limpiaremos la ropa y esperaremos a mamá para servir el desayuno: qué poco la nombraremos cuando expire el permiso de su muerte.

 

Mil novecientos ochenta y cuatro fue el año de las cajas. No como lagartijas, señor Vallejo, sino como flores. Todas marrones, todas listas para los compadres y la tierra.

 

Otros muros se levantaron de las arpas. Otros carros se hicieron fuego al lado de las tejas. Las plazas se llenaron de peces y el amor se nos fue de las manos como el agua. (Más tarde, en 1992 las colas continuaban, para la pota y el cementerio, para los besos entre el Unión y el Pizarro).

 

Los viejos aguafiestas nos robaron los colores de las yunzas, y a cambio nos dieron el martillo y los baldes y las velas. Oh, milnovecientosochentaycuatro, año de las primas y la abuela cocinando bajo un árbol de palta. ¿Qué río nos alejaron de casa ese año? ¿A qué nos llevaron los apagones cuando apenas deletreábamos nuestro nombre? Cuando empiecen las lluvias ya todo lo habremos vendido a los que viven más alto.

 

Mientras tanto, en Vilcashuamán, las cruces se hacían amarillas y rojas, y nos mostraban la última frontera del Perú: sobre las viejas calaveras de nuestros padres bailaremos, sobre las mismas remendas de Ayacucho nos tocaremos, sobre los repetidos nombres que llegaron de lejos, de muy lejos, beberemos la chicha hasta olvidarnos quiénes fuimos ese año de mil novecientos 84.

 

Yo también estuve lejos como un poeta del Perú en los mercados de otra lengua, perdido ( si la memoria no me falla ahora) por las calles de los chinos con una bicicleta prestada y un amor también prestado, dispuesto a negarme más de tres veces. Yo también di vueltas por colegios y barrios del arte. Yo también vi raras adolecentes con las piernas más que abiertas en los metros, sosteniendo una torre que debieron traer al Centro de Lima, para desafiar nuestras mañanas y declararla peruana, peruanísima por sacarle la lengua a la muerte: la máquina también los devorará con sus dientes de luz eléctrica.

 

Yo también me cubrí de la lluvia en una cabina telefónica y puse tu nombre en los números, para saber si los gavilanes habían dejado mi casa al final del invierno. Yo también me refugié en recuerdos baratos como vi en los viajeros más sensibles que llegan las costas de Miraflores. Yo también fui más honesto que un muchacho boricua llamando tu nombre detrás de un mostrador impronunciable: esta noche no correrá más rápido que los autos de la Herradura y otras bicicletas prestadas. El amor me ha iniciado bajo la lluvia y todavía me siento una Hormiga del Perú.

 

Todavía me acuerdo de mi paso por los mares del norte. Una concha de fuego a lo lejos y los fierros traídos de Houston: aquí se termina el mundo para ustedes. Mientras tanto los barcos anclaban en silencio en Tumbes y los hombres esperaban que el aire se llevara a los grillos, los amantes que gozaron a sus anchas de la arena nocturna. ¿Cuántos veranos habremos girado en torno a este muelle? El antiguo Lomo de Corvina y el crudo que sube también a sus anchas, mientras las doñas más peladas y desvestidas (mujeres de huesos largos y ollas de algarrobo) miran, como quien mira el día, la frontera que los separa de los ballenales  y el silencio de los perros Mochica: calato veraneante del Perú, tú también contemplas la máquina sobre el agua.

 

Todavía me acuerdo mi paso por los mares del norte en busca del barro milenario que cura el alma de los intranquilos (según las pocas mujeres de mi calle): una vez por día, en especial que llevan a las aguas las luces que llevaron a la audaz anchoveta al jolgorio de la playa y a los bacanales de los grillos, para decirle al cucarachero: “yo no fui, y aquí no pasó nada”. Pero sí que pasó, desde los días desterrados del zorro y las lluvias que jodieron los planes de verano. Los barcos anclan en Tumbes y hasta en el puerto de Paita el albatros nos mira diferente.

 

Tejanas de corazón sirven el seco verde. This land is your land. Pero que poco que nos importa si las luces siguen llegando a las aguas y el amor cunde (y suena)  por los lomos sagrados. Qué poco importa si el barro lo cura todo y el loche crece como Dios manda, para matar al pato en las manos de la abuela.

(De La Máquina de Matar Fascistas)

7- Ahead Last – Maurizio Medo

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4.

ESCENA 30: AHEAD LAST (MÚSICA DE LEONARD COHEN)

— ¿Recuerdas la frase de esa canción?

Suzanne no pudo adivinar, “una casita en

los suburbios”, dejó hablar al deseo

 

Ese no era su nombre (la casa que construiremos

ya está en el pasado) y mi destino apareció como

un bosque cuyas raíces se revelaban a través de

las huellas que los árboles dejaban arrastrándose

 

Porque, en sí, la música expresaba otro sentido,

inválido para aceptar algo que, desde afuera,

enfrentara el protagonismo que le fue arrebatado

 

— ¿Qué pasa cuando dos amantes se confunden

al oír la misma canción? Suzanne rió, no tenía

importancia saber en qué compás me perdí

 

—Gramercy es un buen lugar

 

Ella no comprendía por qué mi pasado era

el único espacio para tener un futuro que,

como la música, se expresara fuera

de toda representación

 

And you want to travel blind

And you know that she will trust you

 

Lo adivinó justo cuando me asaltó la imagen

de dos monstruos que lloraban al vadear el río

por el miedo de tener que decirse solo adiós

 

 

(De Dime Novel)

6- Embudo Exacto – Rodrigo Vera

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Del flanco luz  a la cabeza gacha

Qué poco el cuerpo

Qué el cuerpo toco

Qué el sexo arrojo

Qué el muslo aquejo

Qué pelo amanto

Qué carne floto

Qué mudo beso

Qué pena engraso

De qué me enduro

En qué me escarbo

A qué me agacho

En qué me limpio y a qué me enclavo

De qué me tozo

A qué es mi trozo

A qué estoy hecho

A quién me vivo

Por qué me caigo

De qué mi lado va de frente

Por qué mi frente está debajo

De

Es decir         te pierdo

Del flanco luz a la cabeza gacha

Yo te di todo

Yo te doy casi

Yo te di lo suficiente

Embudo exacto

(De Acajo Mundo)

 

5- Hay un viaje – Myra Jara

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Hay un viaje en un tren de los italianos que te aleja de Europa

El tren termina el recorrido en Ucrania, en un túnel

Las cabezas que descienden en el túnel Ucraniano se mueven lentamente en el andén

Algunas cabezas se mueven hacia las escaleras

Las cabezas pequeñas de los niños se mueven, también hay cabezas pequeñas de perros y de cisnes

Otras cabezas esperan en el andén por otro tren

A estas cabezas quietas se les posan moscas negras e insectos

Quienes se embarquen, atravesarán la Siberia. Llegarán a Mongolia,

Partirán después a pequeños lugares en el Asia.

El tren a Mongolia lo toman 10 o 15 personas

No suben todos los animales, hay quienes han tenido que abandonar a sus perros y sus gallinas

La compañía no los quiere a todos

Acepta a veces a mujeres sin sus hijos

A hombres sin sus mujeres

Pocos entran en el tren, consigo llevan poco

Yo entro al tren cada mes, me llaman para que lo limpie

Boto las cáscaras de los huevos, la cerveza, los condones

Cuando termino de limpiar, respiro profundo

Escupo y

Me siento

Me llaman Señora los que vienen a darme el pago

Pero yo soy una mujer joven

He escogido el trabajo del tren para estar con las vacas

Despreciar

La cantidad obscena de hambre.

No desprecio

El hambre, la sed de la gente subida con una idea de aislamiento. Aquella que hará sutiles actos contra sí misma, en el Asia.

Así crece, eso es avejentar el mundo.

Limpio Mongolia

Voy fumando con una escoba por sus calles bárbaras

Sus habitantes son todos como frías abejas

Pero las mujeres son mejor como larvas, hinchadas, salvajes y costureras

Limpio Mongolia y voy viajando

Cuando llego tengo sexo

Consigo hombres en el bar

Se van, antes me lavan el cuello.

En el tren, me lavan el cuello los obreros

Les voy contando cómo es mi hambre

El placer de la miseria ante el hambre.

Es necesario hacer miseria

Y les recuerdo mientras nos bañamos juntos, todos desnudos:

Falta mucho para envejecer.

 

(De La Destrucción es Blanca)

 

4- Mientras me cuentas lo bien que te ha ido, yo apunto al sol con los dedos – J Estiven Medina Ortiz

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La vida fue un desperdicio que nos dejó contentos
Hazme un espacio para ver juntos el horizonte que se guarda en nuestra mente
O inclina tu cuerpo al mío para confirmar que algún día sospecharon con irse.
Hemos leído nuestros poemas irradiando esa luz que se descompuso al contacto del sol
El sol fue cruel
pero eso no nos impidió ser felices y hacernos cosquillas y besarnos sólo para sentir cómo la vida se nos escapaba de nuestras manos.
Luego seremos nosotros los que exijan ser sepultados!
El trabajo ha dejado su olor nuestro cuerpo
Hablo de ti para no sentirme solo
Y porque además has ejercido la confianza que nunca tuve
No he trabajado con ánimo porque la muerte llamaba a mi puerta
nunca quise abrirle
pero un día le abrí
porque pensé que sería como el sexo brutal entre nosotros.
Hemos sido optimistas y tachado algunas palabras
Y nos hemos contado todo con una resignación respetable
Que no lo hemos hecho tan mal
hubiera sido peor no haber hecho nada
Quizá el sol es un globo que quema nuestras cabezas porque está triste.
Nunca tratamos de explicar ese rencor que le tuvimos:
Si no fuera por él
Estaríamos muriéndonos de frío
Somos unos desagradecidos que no tienen el mínimo reparo en usarlo en metáforas tontas.
Es como si te dijera
Cambia esa canción
Que me recuerda a esas cosas desagradables
Y luego nos pusiéramos a bailar por siempre.
Mi corazón
Es un montón de hormigas
Yendo a devorar el sol
que es la muerte.

(Publicado Originalmente en el número 22 de Revista El Hablador)

 

3- [El Discurso como Interacción Social] – Manuel Fernández

Manuel Fernandez (2)

“Luego los militares:

se zamparon.”

 

– Juan Gonzalo Rose

 

 

¡Despierta!

                      ¡contempla!

                                   ¡el desmembramiento de la burguesía!

                                  ¡la destrucción de sus privilegios!

 

al grito de nuevas consignas

los obreros trabajan

y las contradicciones se superan

la historia nos sonríe

como una madre tierna

que espera

a que sus hijos vuelvan

 

y llegada la hora

LA NACIÓN SE CONSTRUYE / por decreto supremo

bajo estos bellos principios:

 

“una nación entera y su Fuerza Armada emprendieron

el rumbo de su liberación definitiva

sentaron las bases de su genuino desarrollo

doblegaron

el poder de una oligarquía egoísta y colonial

/ recuperaron

su auténtica soberanía (…)” (Velasco 1969)

 

y entonces contemplamos

 

                                                                       a noventa kilómetros por hora / en el espejo de la mañana atrasada[1]

 

cómo nuestro mundo se reacomoda

y entramos de lleno en la historia

y tan pronto somos conscientes del significado más profundo de estas palabras

 

que buscamos habitarlas

buscamos /

que los nuevos espacios cobijen

relaciones nuevas

un tumulto de columnas que el viento desordena

una arquitectura capaz de expresarlo todo como un proceso de cambios[2]

:

¡todo tan emocionante!

¡todo por hacerse!

 

                                                                   complejos que exorcicen los viejos complejos–

y estructuras donde colapsen

las viejas estructuras sociales del poder

para cambiarlas

por las nuevas estructuras sociales del poder

 

“Como se puede observar, la arquitectura de los años setenta es tan contradictoria como lo es nuestra sociedad y como lo fue el proceso de cambios que pretendieron implementar los militares”

(Wendorff 2006: 96)

una arquitectura

dijeron

capaz de trasformar el paisaje[3]

nuestros conflictos

en avenidas

modernas

                                                          / amplísimos

corredores viales que permitan

el avance de nuestros pueblos

hacia su encuentro final con la historia

 

como en el final de esa larga película

en el que ese encuentro por fin ocurre

                                                                                          y así avanzamos tomamos consciencia

al abandonar la sala

entre guardias civiles y viejos mandos militares

de que ya no hay vuelta atrás

 

y las manecillas de nuestros viejos relojes giran

/ enloquecidas

y las viejas vigas se tensan se quiebran

/ ni oponen resistencia

al peso de nuestras nuevas ideas

 

una alegría que rápidamente se convierte en insolencia

porque solo así podíamos escapar de nuestro laberinto

y cambiarlo todo

a fuerza de voluntad e ideología[4]

 

y mientras los helicópteros descienden

los soles se ponen

una ciudad que se llena de tanquetas

un desorden de ventanas

como un ramalazo de luces

y personas que corren

en direcciones opuestas

manifestantes que exigen

el retorno a la democracia

/ apristas principalmente

y acciopopulistas despistados

 

y para cuando las clases altas intentan

su ridícula defensa

en todo el territorio se fortalecen

LAS CENTRALES OBRERAS

y las federaciones campesinas

por fin levantan la cabeza

                                               ahora el patrón nos teme

y sus ojos se cierran

su mente se llena de improperios

y en voz baja repite

lo que las emisoras transmiten

:

                                                el derecho a la estabilidad a la huelga a la sindicalización a la reposición

su rabia es una ventisca que lo arrastra

 

mientras los programas habitacionales avanzan

y brotan

a cada quinientos pasos

MINISTERIOS

y cooperativas

las nuevas sedes del gobierno

edificios donde palpita el cemento

músculos y concreto

venas

acero

una sensualidad que aviva el deseo

para

cambiarlo todo

(aquí y ahora)

convencidos

de la necesidad de que una burocracia fuerte opere

/ y desmantele

un Estado desigual desunido estamental

 

una patria ajena en la que hasta ahora solo éramos intrusos

 

y al tiempo en que las universidades irradian

con violencia el discurso

en la periferia

se construyen escuelas

que permitan

que nuestros hijos aprendan

a interpretar

¡por fin! / ¡finalmente!

la realidad

y hacer el recambio

realizar

nuestro grande anhelo

la justicia social

la puñalada final al patrón al burgués al pequeñoburgués

como si fuera posible

… es que era la fuerza                      

/ nuestro deseo

en solo un par de décadas

cambiarlo todo

y acelerar

los procesos sociales

acabar con la oligarquía

y la desigualdad

borrachos de ideales en un sueño donde todo ocurre y donde todo es bueno y perfecto

 

y las instrucciones que nos dieron fueron claras:

 

  1. operar sobre la realidad
  2. desmontarla b. interpretarla c. reconstruirla
  3. hasta borrar de la faz de la Tierra                                                                                                                                            al patrón y su carcajada grotesca

 

y

bajo esa línea

actuamos

insumisos / irreflexivos

engranajes de una maquinaria que combustiona sobre sí misma

capaz de poner en evidencia las contradicciones sociales

de encender la pradera

y proclamar la revolución como una condición necesaria dentro de nuestro

proceso histórico nacional

 

una estructura perfecta

/ dijeron.

 

(una estructura sin bases reales

que se desploma

estrepitosamente)

 

 

 

 

[1] Adán 1971: 159

[2] Cfr. Wendorff 2006: 95

[3] la liberación de las fuerzas productivas / la lucha frontal contra el imperialismo el colonialismo el neocolonialismo / la intromisión del capital foráneo y la reacción

[4] Calderón en Gonzales 1999: 13

 

(Publicado Originalmente en la revista Buensalvaje número 16)

 

2- Certificado policial manchado de café cargado – Mario Morquencho

mario morquencho

Yo cometí ese crimen y lo pagué en un penal peruano de provincia
tuve que regresarme de los andes a la costa
por los caminos estrepitosos
recogiendo los abismos
mientras el ómnibus bajaba
un río negro se perdía entre la bruma
entre las montañas yo perdía el aliento
pero tenía la libertad de sentir mi culo frío
golpeado
chuceado por las botas oscuras de los guardias
calabozo sobre otro calabozo
mis ojos también abren la reja
para que una lágrima baje como este ómnibus
mientras observo la fotografía familiar quebradiza
como un ave sumisa que tirita
porque han destruido su nido
Yo cometí ese crimen y lo pagué en un penal peruano de provincia
busco trabajo en las fábricas
y no lo encuentro
no suena el teléfono varón
por eso salgo a las calles con mi culo
chuceado por las botas oscuras de los guardias
salgo a las calles y subo a los micros
con mi certificado policial manchado de café cargado
con mi cara de barrio marginal
con pasadizos de smog
y largas quintas
tan largas como el río negro
perdido entre la bruma
un gusano vive mejor oculto en un choclo
varón
mi padre quería un hijo que lo supere
y yo no sé estampar una escalara para la realidad
mi realidad es 1 m2 enrejado por la soledad
y mi soledad es a veces más grande que la libertad
mi libertad es cachuelearme tapando
los huecos de la Av. Gambetta
y hay tantos baches varón tantos baches en la vida
que nunca se podrán tapiar
Ten cuidado de las ráfagas
de las explosiones
de los girasoles rojos del infierno
jalar ese gatillo y decir:
Yo cometí ese crimen
yo destruí ese nido
y lo pagué años meses días horas
en un penal peruano de provincia
toda mi vida varón toda mi vida
la cosa fácil
¿para qué?

 

(Publicado Originalmente en El número 5 de la revista Mutantres y en la Plaqueta Sarita Calavera)

 

1- 23 – Mario Montalbetti

maxresdefault

El cuerpo es un lugar.
El amor
es una postura que adoptamos
en ese lugar. Una arquitectura.

El amor es la arquitectura de no entender.

El primer rostro que vemos
nos habla en una lengua
indescifrable. Nos pone en camino.
Dice que nos ama.
Dice que nos ama.
Y nosotros amamos de vuelta

sin entender. Ni ser entendidos.
Con la violencia de no entender.

No mil sino uno solo. Vietnam

 

(De Vietnam)

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1 Response

  1. Miguel Bonilla dice:

    Este es el unico poema que encontre: Ahead last

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