Tiffany Orccohuarancca Ttito (Colectivo cósmovisión)

Perú llaqtapi harawikuqkuna nishuta rimanakuranchis “Sentimentalitos” categoríamanta. Allinmi chay. Perú suyupi askha harawikuqkuna kan. Ichaqa, chayraqmi riqsinakushanchis. Nuqapaqqa kay Sentimentalitos harawikuqkuna aqhnatan:

  • Allinta intindikun: Paykuna mana sasachu qillqakun, facillla.
  • Mana clásicos nisqallata qhawakun: Claro, clásicoskunatapas ñawinchanku, ichaqa paykuna huk larumanpas qhawashanku. Sentimentalitospa harawinkunapi kanman: tiqsimuyu takikunamanta (indiepas waynupas), peliculakunamanta y, especialmente, huk waynasipas harawikuqkunamanta.
  • Internetpi kaq: Paykuna munaychata internetpa ukhunpi purikunku, rimanakuspa, tiqsimuyuntinmanta yachaspa, huñunakuspa.
  • Askha warmikuna: Sentimentalitos harawikuqpura askha warmikuna kan.

Interpi kaspa Africapi Sentimentalitos harawikuqkuna kasqanmanta yacharani. Sudáfrica suyupi, Pieter Odendaal hurquran huk allin munay qillqa mayt’uta: ConVerse. Chaypi sudafricamanta harawikuqkuna kan, 3 simikunapi: inglés simipi, afrikaans simipi, isiXhosa simipipas. Chayta qhawaspa internetpa ukhunpi mask’arani huk Africamanta harawikuqkunata yachanaypaq. Chaymanta yuyakurani: Africawan Sudamericawan unay timpupi huk runa hina karan. Chayraykun kunanqa Poesía Sub25 kuska kay 10 Africamanta harawikuqkunata munaychata qhawachisaykichis.

Sudamérica+África=Futuro

Africa Sudamerica

Logan February (Nigeria, 1999)
Logan February

 Sobrio II (Melodrama)

después de Lorde.

para Eli, mi perfecta desconocida

 

6 de la mañana. No he dormido en años.

Últimamente, he estado bailando como si no

tuviera depresión. Abro mi boca

dentro de un atardecer tan sucio como las plantas

de mis pies descalzos. Saboreo la lluvia que cae

de las goteras del techo, probablemente mezclada con

una que otra toxina. Ufff. Te escribiría

pero no tengo tu número.

Algo sigue arrastrándose sobre mi cama

& no soy yo. Racionalizo toda mi

obsesión, me vuelvo completamente loco & comienzo

a desear la muerte otra vez. Me lavo las manos

sucias con agua sucia. Soy tan falso

que ni siquiera te besé en mis pensamientos.

//

Ni siquiera te besé en mis pensamientos

pese a todas las sombras. El

terror recorre mis dientes

uno por uno. ¿Qué se puede decir de mi pulso

denso, acelerado, esquivo? Me obsesiono, está bien.

A pesar de todo, la cosa en mi cama soy yo, lo cual

es aterrador. Serpentina. No sabía

que tenía una serpiente dentro mío. Solo imagínalo.

Suponiendo que cada cosa brillante fue

profundamente oscurecida, ¿entonces qué?

No puedo estar contigo o sin ti. Pregunta

capciosa. Tómate un trago cada vez

que te diga bésame. 420. Préndela. O cualquier cosa.

Mi cuerpo se quedó vacío mientras esperaba.

//

Mi cuerpo se quedó vacío mientras esperaba

y digamos que finalmente me levanté de la cama. Cabello

despeinado, afeitado y hasta decolorado. Me cepillé

los dientes y las cejas. Tengo un poco

de pasta dental en los ojos, pero por favor no

hagas que te diga cuán seguido puedo llorar. Yo no

desciendo por ese camino. No hoy. Nop.

Hoy es un buen día. Ya sabes,

a veces, funcional solo significa

maniático. Seré pasivo agresivo, arremeteré

contra todos excepto contra ti. Dios, ¿por qué tú?

Ni siquiera te conozco. Pero. Tengo puesta

ropa interior limpia—Sonreiré

hasta que mi cara se congele en esa posición, sí.

//

¿Hasta que mi cara se congele en esa posición? No.

Solo saca ya esa maldita foto.

Me duele el pecho, creo que me enamoré. No he

cortado mi piel anochecida con tijeras en,

qué, ¿dos meses? Un avance, ¿no? Por favor

no me olvides. Somos extraños, lo sé, entonces

estas promesas son solo simbólicas.

Sin embargo entonces otra vez, todo lo que tengo es simbólico

y yo no creo. Yo solo hago, hago… ¿qué?

Hago un desastre, el ridículo. Estoy rabioso

y parezco un perro. Entonces, ¿por qué no me amas?

Es medio día ahora, LOL. Debería dormir,

pero no puedo. Dime otra vez cómo aprendí

a estar lúcido, a sentir el cuchillo y a no usarlo.

//

A estar lúcido, a sentir el cuchillo y a no usarlo,

¿es raro? No lo sé, todos mis amigos

piensan que podría ser un masoquista. la palabra

que necesitaba era felino, aunque no tengo gato.

No puedo hacerme cargo de nada excepto de mis sentimientos,

que son tóxicos, pero no tan tóxicos como el humo.

En este punto podría morir, broder, ¿puedes escuchar

mi corazón? ¿Puedes? Solo quiero que me toques,

imagino que me desmoronaría, pero tan tan lentamente

es como si la historia se estuviera borrando a sí misma. Como

el coliseo volviéndose ruinas. Sí, creo que

si me tocaras, me volvería ruinas. Estoy

mareado. Lo llamo el efecto insomnio. Además, las

ventanas se están ensanchando ¿o soy solo yo?

//

¿Se están ensanchando las ventanas o soy solo yo?

Huh. Soy un escapista total, me disculpo. Como si

pudiera hacer arte de eso. Como Houdini, pero

enamorado y no muerto. Me sigo distrayendo,

he tragado mucho humo y ni así puedo

dormir. Es raro, porque usualmente hago de todo

excepto tragar. Cuándo fue la última vez que comí bien,

es solo una pregunta entre tantas. Pero qué si el cielo

se quita su seda y sus medias para dejar de ser

tremendo puritano. Bajé las gradas completamente desnudo.

Qué si pudiera amarte como una canción y no

como ruido blanco. Qué si los unicornios fueran reales.

Qué si el dinero pudiera comprar esta fantasía exacta.

Nadie sabe. A nadie le importa. Al menos no a mí.

//

Nadie sabe. A nadie le importa. Al menos no a mí.

Entonces lo ignoro todo, deja que se fermente

y se vuelva vapor bueno y violento. Los segundos se convierten en

líquido. Yo también. Me vuelvo líquido, quiero decir.

Mierda, de verdad la cagué, ¿no? Lo

siento. No sé cómo amar o cómo ser amado.

Solo querer. Limpio y desesperado. Estoy tan

fumado que podría saborear toda la sal del océano

toda ella. Podría aprender a cantar y me haría eco

por diecisiete años más. Solo quiero amor.

Como flores blancas, desplegándose al amanecer. El mediodía

se está desvaneciendo, mi cama plegada sobre ella misma.

Caminé dormido hasta tu ventana. Otra vez,

son las 6 AM y es como si no hubiera dormido en años.

 

 

Versión en castellano de Jorge Vargas Prado y Pieter Odendaal

 

Mthunzikazi Mbungwana (Sudáfrica, 1981)


Mthunzikazi Mbungwana

La que está durmiendo aquí no está calcinada    

Una mujer casada se sienta frente a una casa incendiándose   y ensarta abalorios.

Yo soy la mujer que grita desde el interior de la casa incendiándose.

Yo soy una pequeña niña horneando barro para sus muñecas.

Las sombras de la mujer y la niña colisionan.

Sobre el río una mujer está sentada     sobre una roca vestida de marrón.

La mujer lanza a la Pequeña niña por la ventana de la casa incendiándose.

Una mujer casada al otro lado del río extiende sus brazos.

La Pequeña niña cae en el río.

La mujer casada recoge a la niña en sus espaldas.

En el otro lado de la montaña el agua ha inundado la tumba de una mujer.

La mujer casada con la Pequeña niña en sus espaldas escribe con polvo de carbón sobre la tumba abierta.

“La que está durmiendo aquí no está calcinada     y la que está en mi espalda ha muerto”.

Gotea en la casa     las cobijas están mojadas     nuestros cuerpos se niegan a dormir.

La Pequeña niña se resbaló en el barro y se rompió la pierna.

La mujer duerme sobre su vómito    las cucarachas succionan el alcohol.

Un lamento estalla debajo de la roca.

La mujer casada se ha perdido en el viento       los sueños son como los mitos populares.

 

Traducido del isiXhosa al inglés por Mbongeni Nomkhonwana

Versión en castellano de Jorge Vargas Prado y Pieter Odendaal

 

Ronelda S. Kamfer (Sudáfrica, 1981) y Nathan Trantraal (Sudáfrica, 1983)
Nathan Trantraal

El club de los corazones solitarios

Tony Soprano, 22, Bishop Lavis

Siempre me pongo

tres pulseras de goma en la muñeca

y un crucifijo en el cuello

todo el día estoy sentado como en

El desayuno de un hombre ciego de Picasso

soy hueso y pellejo

mis suéteres cuelgan de mí como cortinas

estoy en la quiebra, solo y castrado

juego al I Ching todo el día

porque estos grandes ojos de mierda no pueden ver más

que arena inmunda

y mujeres caminando junto a mí

como árboles

dos hamacas cuelgan debajo de mis ojos

allí mis demonios descansan todo el día.

 

Sonnet, 24, Stellenbosch

Siempre uso

doce pulseras de goma en la muñeca

con los colores de Jah People

todos los días voy al pub con el delineador puesto

como el payaso de Edward Hopper

jugando verdad o reto conmigo misma

porque con mis grandes ojos

no puedo ver ninguna mierda más

que a la gente frente a mí ocupada

convirtiéndose en moscas y a mí ocupada

convirtiéndome en una mantis religiosa

un par de ojos en una estaca

mi visión se clarifica

mientras el resto de mí desaparece

como viejos jeans negros

con botones dorados.

 

Versión en castellano de Jorge Vargas Prado y Pieter Odendaal

 

Onyeka Nwelue (Nigeria, 1988)

Onyeka Nwelue

Escapando (3)

Me

sumergí

entre las ola

y en un movimiento de barrido

me quité

mis zapatos,

mi camisa

y mis pantalones,

y atándolos

en un

apretado paquete

salí a la superficie

y grité, ¡Aquí tienen!

mientras le lanzaba

el paquete entero a ellos,

el último

vestigio de

conformidad humana se había ido,

desnudo en

el mundo natural,

la extasiante

sensación de unidad con el mar,

ni un poco de miedo

a las espumosas olas,

porque ésta

era mi casa,

yo era el Conejo Brer lanzado a través del sembradío de moras,

y era libre ahora, tan libre como un halcón

hacia la cálida corriente,

me sentía tan en casa

como el gran pez espada

cuando,

liberado del anzuelo de los pescadores,

pude regresar a las profundas oscuridades del océano.

Entonces

me

volví

y calmadamente me alejé nadando,

en línea recta

desde las rocas,

hacia la desconocida oscuridad

del rugiente Mediterráneo.

 

Supe

que ellos

esperarían que yo saliera un poquito

y que entonces me dirigiera de regreso a la tierra,

así que hice lo contrario,

simple

y llanamente

me dirigí más y más

lejos,

los gritos de ellos se hacían cada vez más débiles,

según me alejaba de las confusas haces de luz de las linternas que me rastreaban,

entrando felizmente en las oscuras sombras de las olas que se acercaban

una vez

que me hube

alejado

algunas yardas,

escuché el agudo

ruido de un motor.

Mirando hacia un lado,

vi que, obviamente,

ellos habían

llamado a un bote de policía

para ayudar en la búsqueda.

Maldita sea,

no había terminado completamente,

la persecución comenzaba de nuevo,

y yo sentí

que mi estómago

se retorcía ansiosamente.

Tenía hambre.

 

Versión en castellano de Alberto Quero

 

Ian Akatwijuka (Uganda, 1995)

Ian Akatwijuka

El sendero del pueblo

En mi pueblo,
hay una pared de ladrillo.
Está llena de polvo y a medio construir.
Sus ladrillos están desgastados y faltan algunos
y hay un sendero que la atraviesa.
Ésa era una pared que el hombre rico construyó,
para bloquear el sendero
y el acceso de los pobladores a la carretera principal,
quienes debían tomar una ruta alternativa
tres veces más larga hasta la carretera.
Todo porque él quería construir una mansión.
¡Pero se necesita más que una pared de ladrillo para derrotar a un pueblo!
El sendero aún prospera,
la pared ya no.

 

Versión en castellano de Jorge Vargas Prado y Pieter Odendaal

 

Zuhura Seng’enge (Tanzania)

 Zuhura Seng’enge

 

No le temas al pasado

No le temas al pasado.

Es horrible

pero es nuestro.

No te aferres a las mentiras

que te alimentaron cuando eras joven.

Aprende la historia de tu pueblo

encuentra la verdad

para liberar tu alma del demonio.

Aprende el Qur-an,

aprende la biblia,

encuentra el significado de la vida y la religión.

No le tengas miedo al pasado.

Es doloroso

pero es real.

La sangre fue derramada y ha muerto gente

pero el amor y la unidad han sobrevivido.

Aprende el idioma de tus ancestros

reconéctate con las raíces de tu sangre

encuentra el conocimiento

que fue robado.

Encuentra la vida que nos robaron.

No le temas al pasado.

Abrázalo

deja que te enseñe la sabiduría de tu raza.

Toma sus lecciones y vive según ellas.

Aduéñate de la identidad que fue borrada.

No le temas al pasado.

No lo odies.

No le temas al pasado.

Aprende de él.

Deja que te enseñe

deja que te cuide

deja que te recuerde quién eres.

 

Pieter Odendaal (Sudáfrica, 1989)

Pieter Odendaal 2

exploración

era pleno verano, había bebido

unas chelas,

(recuerdo la bravuconada de mis pasos):

la noche se adhiere como los pitillos de corduroy a mis piernas

nuestras sombras se levantan y se caen

cuando pasamos los postes de luz

tu aliento sobre mi nuca

 

trepamos la reja del cole pituco

mis pitillos se enganchan con el alambre

y se me rompen por el culo

la cancha de rugby brilla negra bajo nuestros pies

te jaloneo, corremos hacia la piscina  –

un escenario a oscuras lleno de agua de cloro brillante

líneas negras al fondo, arcos de polo en los extremos

 

es media noche

y las estrellas se han reunido para vernos jugar

te desvisto con el mismo vigor con el que tú me desvistes

la piscina detrás nuestro brilla expectante

 

¿quién necesita ropa cuando tenemos el aliento del uno y el otro?

mis manos te vuelven a esculpir bajo la forma de quien yo mismo quiero ser

¡el último que llega pierde!

nos lanzamos a las aguas que nos bautizan

 

la superficie multiplica los movimientos

los remos de tus brazos

la caña de pescar curva de tu espalda

nuestros pechos de corcho uno hacia el otro

mientras nuestros lomos se enfurecen debajo del agua

 

de pronto la luz inunda la piscina

nos iluminan y nos acusan

un guardia de seguridad ruge hacia nosotros

¡no pueden hacer eso aquí!

salimos de nuestro trance acuático

y escapamos de nosotros mismos y del hombre en la van

 

de vuelta en las sombras

donde nadie puede alejarnos de la pesca

 

Traducido del afrikaans al inglés por Pieter Odendaal

Versión en castellano de Jorge Vargas Prado y Pieter Odendaal

 

Charlotte Akello (Uganda, 1994)

Charlotte Akello

Querido enamorado

Tener los incentivos,

que tienen los casados,

no te hace mi esposo.

 

Mira,

pueda ser que me quede a dormir en tu casa,

solo para monitorear si roncas,

o si estás lo suficientemente tibio,

para mantenerme tibia por el resto de mi vida.

 

Pueda ser que pasemos noches locas,

y terminemos uno dentro del otro,

solo para ver cuánto de mi profundidad,

puedes llenar

y cuánto te tomará

hacer un trabajo decente para mí.

 

A veces podríamos ir de compras,

o al cine,

para ver cuánto tiempo tu mano permanece en el bolsillo,

y cómo manejas tus finanzas,

para cuando hay otras prioridades.

 

Podría comprarte regalos,

para ver cómo respondes a los favores,

y para evaluar si ese iPhone,

podría ocupar mi lugar en un futuro cercano.

 

Cuando caminamos juntos,

no es porque quiera presumirte,

de hecho, eso disminuye mi “futuro”,

solo quiero que el mundo juzgue,

y que quizás alguien valiente diga,

“Yo soy mucho mejor para ti”.

 

Esos privilegios,

no garantizan que eres mi esposo,

son solo para medir

si realmente eres apto.

 

Entonces, antes de que empieces a actuar como un esposo,

primero prueba que soy parte tuya,

esa parte perdida en tu costilla

o ya verás,

estoy soltera hasta que te cases conmigo.

 

Koleka Putuma (Sudáfrica, 1993) 

Koleka Putuma (Foto por Mawande Sobethwa)
Foto por Mawande Sobethwa

Mujeres negras/Bebés blancos

Me acuerdo de nosotras

a los seis o siete años

o a cualquier edad en la que solo podíamos razonar lo que observábamos

ya habíamos comenzado a practicar cómo envolver a nuestras

Jessicas y Sophies

con toallas de verano

ceñidas a nuestras espaldas

las mecíamos de un lado al otro

hasta que se dormían

cuando se despertaban

las sentábamos sobre sus potitos

entre nuestros muslos

les trenzábamos con elegancia sus cabellos

practicando:

cómo alimentarlas

cómo cargarlas

intentando no soltarlas

intentando no incomodarlas

practicando:

cómo complacerlas

era importante que ellas, en nuestra imaginación,

se sintieran complacidas

no importaba por qué entonces.

Si se rompían, podíamos arreglarlas.

Girábamos sus extremidades otra vez hacia sus torsos

volteábamos sus ojos hasta su posición normal

nadie quería a una Jessica con un look demoniaco

o a una Sophie sin un ojo.

(Ellas no eran desechables)

Crecimos con ellas.

Tuviste que crecer con ellas: una regla sobreentendida.

Así aprendimos la lealtad.

Nos envolvíamos la cabeza con camisetas

para imitar el movimiento de sus cabellos

cambiábamos sus pañales

les poníamos otro nombre de vez en cuando

hoy, Jessica

mañana, Nosipho

el día siguiente, Amiga

y el día siguiente, Señora

nunca pudimos decirles Señora a nuestras Jessicas sin reír

tampoco podríamos decirles a ustedes porqué lo encontrábamos gracioso

solo era gracioso

como cuando les servíamos el té.

Sólo nos permitíamos jugar a otra cosa

una vez que las hacíamos dormir.

Nuestro barrio no tenía nombre

no había perros que pasear

o cubiertos que arreglar

o pis del bebé Tom que limpiar

o pisos que trapear

o sábanas que cambiar

(o drones que vomitar

mientras el mundo le declaraba la guerra a nuestros cuerpos)

no teníamos que inclinarnos en diferentes posturas/roles.

 

La primera:

Niño negro bañándose/niño negro con uniforme de colegio/papilla en la mesa/niño negro a la escuela/tu mano

haciéndole adiós a un niño negro que te dirá mamá una vez en la mañana y otra vez en la noche.

 

La segunda:

Un tren y dos buses con dirección a un barrio que se burla de ti cuando picas tarjeta/ponerse el delantal/poner la tetera a hervir/cambiar pañales/alimentar al bebé/alimentar a la Señora/Jessica en toalla/Jessica en la espalda/Tom jalándote los ganchos para recordarte que aún está aprendiendo/el orín sobre el piso te pone de rodillas

como cuando se reza/los perros necesitarán salir/los cubiertos necesitarán ser ordenados/la ropa interior de Señor necesitará ser doblada/si hay alguna protesta que se amolde al privilegio de los blancos /necesitarás marchar con ellos también/llevar su protector solar y a Jessica mientras ellos (Señora y Señor) marchan por la igualdad. Tu igualdad.

 

El tercero:

Tomas dos buses y un tren para regresar a lo tuyo/ellos han lavado y colgado sus camisetas/han planchado el uniforme para la mañana/se han bañado y alimentado a sí mismos/sus caras miran con orgullo bajo las sábanas y dicen mira mamá, ya somos grandes. Podemos hacerlo todo por nuestra cuenta.

No puedes nombrar la cosa que sientes.

Sólo puedes sentirla sobre tu espalda.

 

Versión en castellano de Jorge Vargas Prado y Pieter Odendaal

 

 

 

Compartir
Facebook
Twitter