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AFTER LANGUAGE O
THEN I TURNED INTO A ROBOT
- Y Meteremos la basura al tacho con un robot de dos cabezas de tres metros de alto
Pasado el 2014 y 2015, es bastante notorio que el tipo de poesía “juvenil” y pop ha dejado de ser la alternativa preferida por aquellos nuevos autores que publican libros asignados al rótulo de “poesía”.
Hablar de una tendencia dentro de la poesía siempre será un poco raro. Leer poesía ya es un guetto y alternativa reducida de los lectores dentro de la literatura. Sin embargo es justo decir que el 2016 y 2017 son años en que la mayoría los autores nuevos más interesantes no han aparecido desde una veta coloquial o mirando los hallazgos de los horazerianos. Los nuevos autores han establecido referentes tan extraños para los críticos de poesía que la mayoría simplemente los anexa al grupo de “poetas del lenguaje” del cual Montalbetti parecía haber sido por décadas una pequeña ínsula portando ese término.
Lo cual es mezquino. Puesto que los registros de estos poetas si bien pueden ser rastreados en ciertas influencias comunes (si bueno, a veces Montalbetti) el interés que estos generan es precisamente no haberse rendido a ellas. De por sí esta es una escena de poetas experimentales (nada más difícil para una crítica dormilona acercarse a lo experimental) que desafían lo que debiera ser el lenguaje del poema tanto como la identidad de este.
- Breve tratado de Historiografía
Si hay un libro que en los últimos dos años ha cobrado mayor relevancia (como un aparente hito en la creación poética local) es el segundo libro de Santiago Vera El Libro de las Opiniones (2014. Paracaídas) Con este libro se da notoriedad a este tipo de experimentación. Y de hecho el inicio de esa notoriedad no fue la mejor posible.
El Libro de las Opiniones fue en su momento un libro inusualmente original conformado en su mayoría por prosas que relataban desde lo cotidiano (lo minúsculo) temas más abstractos como el ser, la formación de una no-identidad a través del lenguaje, la soledad y la angustia del hombre frente a la aparente indeterminación de todo.
Sé que al leer esto lo primero que pensarán del libro de Vera es de alguien bastante erudito y con prosas aburridísimas. Pero no, el as bajo la manga de Vera es el tratamiento a través de lo cotidiano de estas cuestiones que a su vez está cargado de un humor bastante irónico que recorre prácticamente todo el libro. Incluso las cuestiones más oscuras como la soledad de estar junto a otros o el aparente sinsentido del hombre buscando un sentido, son acompañadas por una voz burlándose de sí misma, tal vez anticipándose a su posterior fracaso.
Claro, El Libro de las Opiniones también por momentos era excesivamente pesado o usaba algunos esquemas de repeticiones, sumado a una predilección humorística por palabras de varias sílabas + un coloquialismo por segmentos que destruía la fluidez del poema/. Lo cual no le quita importancia. Su recepción fue la común para los libros arriesgados, odiado por unos amado por otros.
Al año siguiente es el hermano de Santiago, Rodrigo Vera quien publica un libro aún más extraño. Acajo Mundo, un poemario en el cual Rodrigo Vera nos presenta una lengua imaginaria, con fragmentos de la nuestra, desde un lugar no real (una dimensión alterna probablemente) desde la cual nos redirige a la nuestras desde una abstracción que en la primera lectura puede ser imposiblemente oscura.
Acajo Mundo además se vale del recurso fónico (al igual que por segmentos lo hace su hermano) como principal forma de conectar esa lengua extraña con nosotros. La sección más logradamente es muy probablemente Graso, los que conforman los poemas de “amor” más inusuales que hayamos leído en muchísimo tiempo
- Torschlusspanik
La aparición de Torschlusspanik en 2016, el primer libro de Rosa Granda es determinante para que esta tendencia se mantenga en la polémica. Además de ser el libro más accesible de estos autores (es por el que te recomendaría empezar luego de leer este artículo) es uno de los más logrados. A diferencia de Vera, Granda sigue utilizando el lenguaje ensayístico-científico y lo inserta en el poema, desfigurando la cadencia, el ritmo y estructura que supuestamente debiéramos encontrar en él. Granda no se vale de recursos fónicos para sus textos, más bien se vale de las ideas e imágenes que influenciadas por el psicoanálisis enfrentan al poema al dolor del vacío posmoderno. Sus versos resultan además bastante fluidos de leer.
Para Granda la recepción de su libro fue menos difícil. La mayoría de críticos lo recomendaron como uno de los mejores libros del año. Además, contribuyó la difusión más amplia para este momento de los portales Transtierros y el colectivo AnimaLisa (del cual los hermanos Vera son miembros) que a través de sus respectivas revistas virtuales fueron poco a poco introduciendo una discusión en torno a estos poetas.
Para 2016, la isla de los Vera era habitada por la ya mencionada Ethel Barja, al mismo tiempo que por algunos autores que aún no publican un libro pero han logrado cierta relevancia por sus poemas dispersos en revistas o blogs, como Braulio Paz, Francisco Cerna a los que se les han sumado recientemente Gerardo Chávez y Antonella Chichizola.
2.2. La Trama Sorda o la nube del no saber
Y a estos autores se les suma un libro bastante logrado de un autor un poco mayor que los hermanos Vera. Carlos Quenaya y su segundo libro La Trama Sorda o la nube del no saber. Es una de las mejores cosas que he leído este año. El libro está constituido en su mayoría por un conjunto de prosas realmente disfrutables donde la angustia a la indeterminación o las reglas de una sociedad están presentes. Sin embargo Quenaya lo hace a su manera y a diferencia de la mayoría de los autores anteriores se da el lujo de tener poemas sentimentales que funcionan bastante bien. El final del camino de La Trama Sorda no es el de una desesperanza total sino el de una vida que si bien es bastante fea, difícil y llena de trampas, posee algunos momentos de alegría que funcionan a manera de escapes de un poder que subyuga todo a su modelo. Sin dejar de ser cínico, su humor es el más “cálido” de los poetas de los que hablo en este artículo. Más adelante valdrá la pena hablar largamente sobre este libro.
- ¿Entonces de qué son sus entrañas?
El No-colectivo High and Dry podría sumarse en su totalidad a estos poetas experimentales. Igual que el trabajo de los cinco integrantes de Ánima Lisa. Uno que otro poeta de menor interés por allí. Luego de muchísimo tiempo la hegemonía entre esa poesía independiente la que aun no daría el salto al “canon” definitivo (aunque el canon ahora sea tan hegemónico como un trending topic) nacional está poblado por un frente de poetas que no utilizan el coloquialismo como fuerza nutritiva. Uno podría decir que la última vez que pasó fue con los neobarrocos de los 2000s, pero si nos centramos en los libros y no en la bulla este frente es mucho más auspicioso.
La mayor relevancia de estos poetas ha empujado por arrastre a sus influencias a un lugar más importante dentro de la escena local. Especialmente Mario Montalbetti, cuyas entrevistas poemas y libros se han multiplicado muchísimo estos años + El periodo post- Symbol de Santivañez + el interés por la poética de Morales Saravia+ la de Rafael Espinoza y la del limeño exiliado en Arequipa Maurizio Medo (como el interés por las experimentaciones en Naufragios de Frido Martín) Todos estos autores que durante los 90s y 2000s fueron catalogados como “extraños” y se les asignaba al bulto del “hermetismo neobarroco” sin mayor análisis.
Como siempre asignar un rótulo es imposible para el trabajo de un grupo de artistas y no se debe tomar esto como una identidad definida, a grandes rasgos la poética del after language es de una asimilación de lenguajes no-literarios al poema, como una experimentación con los mismos. Igual que a esta experimentación en el plano técnico le corresponde en el sitial de fondo en el tema de los poemas una angustia y miedo al vacío, la soledad en masa y la incomprensible caótica naturaleza del mundo.
3.1. La verdad es que en otros países los dan a 3×2
El surgimiento de esta “movida” corresponde en similitudes con la movida mexicana de los poetas Ortuño-Padilla-García-Posada mas con varias diferencias. Si bien hay autores por los dos lados que usan el humor como una manera de acompañar sus reflexiones, el humor mexicano es muchísimo más festivo e inmediato. De igual manera los referentes de la movida local remiten en su mayoría a los poetas mencionados atrás, cuando los mexicanos rastrean sus fuentes en Anne Carson, los miembros del colectivo L=A=N=G=U=A=G=E y en Jack Spicer, varias veces llamado “El Primer poeta del lenguaje” (y de hecho me valgo del título de su libro más conocido After Lorca para nombrar este artículo, je)
- Bueno… quién tiene hambre?
Personalmente disfruto bastante a la mayoría de los libros de los que he escrito párrafos atrás y me parece bastante emocionante lo que varios de sus autores han dado como adelantos de sus próximos libros (como Santiago Vera)
Pero de igual forma me siento por momentos también un poco hastiado por esa constante de reflexión sobre el vacío que la mayoría de los poetas realiza. No porque sea Jesucristo y sepa las leyes con las que se creó este mundo y pueda decir que se debe hacer y qué no. Pero el constante tópico existencial junto al humor cínico ya es un recurso usado (en otros registros claros) hasta el hartazgo desde la llegada de la llamada posmodernidad a la poesía local.
Creo que una de las razones por las cuales muchos lectores se sienten ajenos a este tipo de poesía es su necesidad de encontrar lugares reales en estos textos. Un ejemplo. A pesar del proceso de ficcionalización, todo lo que nos presenta un texto ha pasado por las impresiones subjetivas de un autor mientras estaba en lo real, en el mundo. Digamos que encontramos en la corteza de un árbol “Marcos y Julia se aman” Tenemos un pésimo verso que nos redirige a una situación real, que Marcos y Julia se aman. A pesar que no haya estilizaciones tenemos noticia de los sentimientos de ambos seres. Luego el arte se hace sutil, a través de sus procesos técnicos enriquece la potencia de la expresión de lo real alejándolo de su inmediatez. Digamos que luego del “Marcos y Julia se aman” alguien escribe: “Marcos y Julia, destellos juntos sobre el incendio, se arman y deshacen” Remite a lo mismo sin decirlo directamente. Y podríamos seguir con ejemplos de estas sutilezas una y otra vez en diferentes registros.
El punto es que los After Language escriben casi sin dejar rastro del original Marcos y Julia. Su poética destruye por completo al personaje del poema como unidad y la presentan como una especie de voz de fondo, que habla desde muy lejos. Es difícil, pero no imposible, remitir estos poemas a sensaciones inmediatas. La queja del lector es que en estos poemas no hay sensibilidad ni emociones, lo cual es falso. Las hay, procesadas de una forma distinta.
Los poetas más jóvenes de hecho (Cerna, Chichizola, Chávez y Paz) optan por un registro más parecido al mexicano, llenando de sus textos de una imaginatividad en algunos casos bastante dispersa y alocada (Chávez) o formal e inteligente (Cerna-Chichizola) o con algunos referentes de la contemporaneidad pop (Paz)
Sabiendo que todo esta historia está aún a medio contar, es bueno seguir discutiendo estos libros y afrontar los retos para la crítica que significan los textos de esta escena.
Breve selección de textos:
Carlos Quenaya (Arequipa. 1983)
triángulos y nubes
Pensaba en el pelo que se hundía, una vez que el mar batía
sus hélices. Y las dificultades pródigas en prestar consuelo para
enloquecer los párpados. El arte de dar discursos produce en
el oyente una exclamación que lo hará rodar de pie. Es desde
todo punto de vista altisonante escribir sobre las posibles contradicciones
y sus alternadas consecuencias. Porque la mente
es frágil, la marisma aplastada del invierno agita olas, propina
papeles y soy testigo. En el barro numeroso, me gusta escribir.
Soy ese otro que ayer te tomaba de la mano. Caminábamos sin
saber que la noche era la alta torre que no podíamos mirar. Y
en el envés de tu mirada de niña pobre y desplazada, yo decía
mis vocablos. Debo, pues, manifestar mi interés confuso. Mi
mano abierta te reclama en horas así. Donde la vida termina,
el payaso de la mente finge acrobacias. Esta hora es lúcida de
tus pasos. Y voy así, adolorido de viajar para enmudecer. No
vale la pena distinguir entre el pobre que esconde las manos
y el rico que las extiende. Es el humo redimido, la faz feroz,
el colmo extático. Soy oscuro de brillar. Me acerco al pozo de
tu luz orvallada. Allí tu imagen se renueva en el labio furioso.
Soy estricto al caldear los ánimos. Espero de pie porque quisiera
exprimirme. Si mi fin es buscar, apretar los dientes y caer
herido en un vendaval de férulas. En lo orgánico te pierdo y
soy envolvente. Pero déjame atraer tu boca en una explosión de
triángulos y nubes.
la mente opera desde la tráquea
Leí con ardor, agarrado al tubo por el que se olvida todo.
Temblé de concertar la cita junto al árbol. Caminamos por
la avenida donde el dolor era de plomo. Y el día conservó su
fragancia. Las mandarinas que pelé en el desayuno no demoraron
dentro de mí. Deglutí para no estorbar el paso del aire
bañado en azúcar. Recordé la forma de recordar, que era todo
lo que podía recordar. Caminé y caminamos. Las promesas
incumplidas abanicaron mi arte. Ya qué importa y qué se hace,
respondí. Pensé en Diógenes Laercio y en los filósofos que escribían
consolaciones, en la mente que se sobrepone a todo en
busca de razones. Encontré las mías y me percaté que eran
dos. La mente opera desde la tráquea y los borborigmos no
impiden explicar. Que el alma cometa su cometido. Así olvidé,
y al olvidar recordé. No todo estaba completamente claro. No
todo completamente oscuro. Con esa convicción me acerqué a
escribir palabras que torcieran el rumbo (y se pararan de rabo).
Así olvidé, y al olvidar recordé. Ad baculum.
se había preparado psicológicamente para enfrentar la muerte y mirar
Acepto las calles sin fin.
Luis Hernández
El policía, al llegar al lugar de los hechos, acercó su cara al
abismo de la conciencia sin límite. Vio esto: cascaritas, afiches,
candados, llavecitas mondas, medias, agujeros, grasa sobada,
pensamientos, sucesos sin terminar. Extrajo, pues, sus implementos.
Sacó el manual y lo repasó varias veces. Se quitó los
guantes y se los puso de nuevo. Intentó derramar gotitas sucias
sobre la conciencia del ahorcado. El policía, que se había preparado
psicológicamente para enfrentar la muerte y mirar, dio un
salto al oír, con la oreja pegada al cuerpo, una canción de Los
Panchos. Pero la música que salía del parlante espiritual del
muerto demostraba que se encontraba vivo. ¿Por qué Los Panchos?
—se preguntó el policía. No había encontrado jamás esto
en su manual de instrucciones. En los anales de su experiencia
policiaca los boleros no ocupaban un lugar en la elucidación de
los crímenes. No hay forma de aclarar nada, pensó, ¿o es que
tendría que interpretar los boleros como una clave que desembocara
en el corazón de la víctima?, ¿acaso había algún secreto
en el lenguaje de las letras cantoras? El policía probó fumar un
cigarrillo y se quedó pensando. No hay nada qué pensar, fue lo
que pensó. Ya es muy tarde, de cualquier modo. Para remediar
todo lo que pasó, acotó, preferible para ti que olvides el pasado,
cantó y se dio de topes contra el cemento abatido.
Rosa Granda (Lima. 1983)
El riesgo real de la extinción
Encuentro a un hombre bostezando en su habitación.
¿Semillas?
Son mías.
Le ofrezco las semillas y se las traga. Luego las escupe, pero cuando vuelvo a ofrecerlas vuelve a tragarlas.
Por qué vienes, me dice. Y Todavía lo preguntas (correr con un propósito es correr literalmente).
En un sueño recurrente el mismo hombre ve ramas brotar de los lugares más insólitos de su cuerpo, solo cuando unas hojitas empiezan a llenarle los ojos, los abre.
EL MUNDO HUMANO DEL FUTURO
Estoy empezando a verlos. Piensan las mismas cosas que yo.
Sus sueños (no) están contenidos por la risa
Puedo imaginar que conspiran
¿Puedo imaginar que conspiran?
En las horas más cuerdas – 4:30 am. – la vida es enormemente extraña
De verdad tenía ganas de hablar contigo, me quedé con el zen (de mentira) y estoy bastante harta de que no existas.
PS: Mis intenciones de vivir son serias
PS 2: Dejé unas pistas para que te sea sencillo encontrarme
[“I” is typing…]*
CADENA SEMEJANTE
A LA ALIMENTICIA
I.
De repente abrí los ojos y pensé en lo particular del caso. Es casi seguro que lo he soñado. Ubiqué un par de sandalias bajo la cama y bajé ambos pies con movimientos premeditados. Había una puerta hacia mi derecha (era en mi sueño la puerta del baño, recordé), allí me dirigí. Nunca quise interrumpir el curso de la noche, cerré los ojos y caminé pensando en que pronto volvería a la cama.
Al amanecer la habitación estaba perfectamente proporcionada. No sé si pueden verme porque nunca han estado aquí. Estuve un rato contemplando la inutilidad de mi mano derecha, el brazo en general era inútil. Con la palma extendida separé ligeramente los dedos y esperé. Cuando los movimientos cesaron del todo no tenía más que contarlos, no pude hacerlo, de modo que no lo hice.
II.
simplificación burda
El enorme reloj (tal vez exagero en la proporción) marcaba las tres con veinte. Tres con veinte de la tarde, a quién se le habrá ocurrido ponerlo frente a mi cama.
Estuve un rato contemplando la inutilidad de mi mano derecha, todo el brazo en general era inútil. Con la palma extendida y los dedos ligeramente separados esperé la respuesta de un nervio, de algo que advirtiera mi condición humana. Fuera de toda sensación de movimiento, luego pensé, que más bien la percepción me era indiferente.
Sentí frío a pesar de la luz que alcanzaba mi cabecera, ese frío ya era algo. A esto se sumó un hormigueo. No alcanzo a verla pero sé que está ahí, entre el colchón y las sábanas, inmensa (esta vez la proporción puede ser justa). Yo quería ir al baño, y de hecho eso hice. Todo es ahora tan relativo. Qué va, ahora que lo pienso tuve que haber estado en otra habitación, tuve que ser yo en otro tiempo. Aquí, el simple hecho de levantarme implicaría un esfuerzo que no está en mis manos realizar.
Santiago Vera (Lima. 1987)
Debe existir un escenario en el que permanezca siempre serio, sin que nada me perturbe, ni siquiera la misma tenacidad de permanecer siempre serio. Cuando arrojan botas, por poner un caso, no saben los termáculos que aun así pueden seguir con sus pies sobre el planetaTierra y no, como los huevones de los artistas, que son sus primos, irse para allá y luego encima del allá y luego al frente del allá y siempre allá, en algo. ¿Por qué, a propósito de la permanencia, las exigencias performativas de estar, todos los días, en algo? La respuesta está contenida ya en la respuesta que alguien daría si se le preguntara, de manera que, como no sabemos en ningún caso qué respondería el que responda, el problema está en que la pregunta no constituye realmente un problema. Algo parecido sucede conmigo cuando me busco por detrás, y me doy cuenta, a fuerza de muletazos y caídas de cara, que me estoy (que, en buena cuenta, me voy) por delante. Se abre, entonces, diría incluso que se agrieta, una fama mal considerada. ¿Por qué, a propósito de la permanencia, la fama del famoso, dígase la del artista, es más famosa que la propia cualidad de ser famoso? Tengo, y eso no está mal, unos cuantos conocidos. Soy amigo de alguna gente.
-No he visto nunca una sola palabra.
Decretos del triunvirato ablandan volcadas suficiencias
Y Entre los mástiles de nata Se desliza el orden.
Al fondo la ausencia de pared. No hay ni un zócalo que
Hierva horizontales ni amordace
Escudos paralelos.
La placa -herrumbre de la ausencia-
El tiempo en que no estábamos Aquí
No Había Muro
No Hay Muro
El tiempo en que no estábamos aquí Algo pasó
Algo de Paso pasó exhibiendo artillerías separando junturas a balazos
Asolando vacuas latitudes exterminando vacas
Bombardeándose los pies cuando al contrario procurábase acabar con multitud de allís
Y vientos
No he visto nunca una sola palabra
Ni al fondo Ni adentro Ni latiendo en el umbral del viaje
La finta del ocaso en la pared
No hay pared
No hay Muro
No he visto nunca una sola palabra
-¿Y?
Esos procesos demoran. Longitudinal y transverso. Esos procesos son así. Estoy acá. En algunos lugares en donde no estoy, voy a estar. En todos los lugares en donde voy a estar, no estoy. La luz, es la luz la que me ha partido. Se me cae el brazo. Mi espalda se apoya sobre una pared de vidrio. Y eso es solo un término, un primer comienzo. Estamos largamente, ciudadanamente, lejanos. La cuestión recién empieza. ¿Qué es lo que va a terminar? Lo que va a terminar es lo que no ha empezado aún. Lo que va a empezar es lo que no ha terminado aún. Debes entender la naturaleza del proceso. ¿Desde dónde he partido? Desde un punto de partida. ¿Y antes del punto de partida? Un punto de llegada. Longitudinal y transverso. Todo, absolutamente todo, es un exceso. Estoy acá. Y eso es un exceso. La luz, es la luz la que me ha partido. Yo me presento a mí mismo en un yo-tú y en un yo-él. ¿Dónde, en qué parte del proceso, se ha quedado el yo-yo? En un comienzo. En un punto de llegada. Y si hablamos de otras para adelante: hay algo en la mitad. Sigo acá. Estoy donde antes estaba. Voy a estar donde he estado. He estado en donde sigo estando. Esos procesos demoran. No debo desbordar mis posibilidades. Mis posibilidades son: estar sentado. Estar sentado. Estar parado, para estar sentado. En el camino todo es llano. No pareciera posible su extrema llanura. Cuando menos, da miedo. En cualquier momento se desata la tensión contenida. Me despido, volando. Salgo disparado. Y llego…a otro camino. Y allí me siento. Y me siento de este modo. Y permanezco así, sentado. Y espero. Y espero tanto, que se hace ya, una falta de respeto, un exceso, una sobreabundancia. Mi espalda se apoya sobre una pared de vidrio. Me doy cuenta. Estamos en el comienzo. Otra vez otra vez. El cielo llueve. Y ese es el camino. La lluvia cae. Y ese es el camino. El sol alumbra. Y ese es el camino. El viento sopla. Y ese es el camino. El hombre se comporta. Y ese es el camino. El mar. Y ese es el camino. El camino. Y ese es el camino. Todo es elemental. Todo es primero. Todo existe, con las justas. Estoy acá. Estoy acá. ¡Aquí! ¡Maldita sea! Mi condena es para siempre. Esos procesos demoran. ¿Y cuánto? Esos procesos son así. ¿Y desde cuándo? Esos procesos son así. ¿O sea que no se puede hacer nada? Esos procesos son así. El camino es solamente un camino. No una ruta. Si no tuvieras pies, sería un lugar. Si no tuviera cabeza, un espacio. ¡Si no estuviera yo aquí jamás! No contestes, estate. El camino lo perdona todo. En algunos lugares en donde no estoy, voy a estar. En todos los lugares en donde voy a estar, no estoy. Y Ya nada es definitivo. Nada está resuelto. Mañana todo es una misma cosa. La misma fuente. Hoy todo es definitivo. Todo está resuelto. ¿Quién ha dicho qué? ¿El yo-yo ha hecho su aparición? ¿El yo-tú? El yo-él? En el fondo, no hay ningún fondo. Yo me espero muchas cosas, entre ellas, a todas. Sin embargo, pero. Aunque, no obstante. Por lo tanto, concluimos. Esos procesos demoran. Mis posibilidades son: estar sentado. Todo es elemental. Otra vez otra vez. Estoy acá. Estoy acá. Y Ya nada es definitivo. Longitudinal y transverso. El camino. El viento. El sol alumbra. El hombre. El hombre se comporta. Y permanezco, así, sentando. Y espero. Y espero. Y espero. Una falta de respeto, un exceso, una sobreabundancia. Todo es elemental. Todo es primero. Todo existe, con las justas. ¡Maldita sea! Mi condena es para siempre. Me doy cuenta.
Rodrigo Vera (Lima. 1987)
Embudo exacto
Del flanco luz a la cabeza gacha
Qué poco el cuerpo
Qué el cuerpo toco
Qué el sexo arrojo
Qué el muslo aquejo
Qué pelo amanto
Qué carne floto
Qué mudo beso
Qué pena engraso
De qué me enduro
En qué me escarbo
A qué me agacho
En qué me limpio y a qué me enclavo
De qué me tozo
A qué es mi trozo
A qué estoy hecho
A quién me vivo
Por qué me caigo
De qué mi lado va de frente
Por qué mi frente está debajo
De
Es decir te pierdo
Del flanco luz a la cabeza gacha
Yo te di todo
Yo te doy casi
Yo te di lo suficiente
Embudo exacto
En la vertiente de Esta boca
Saliva el arbusto de tu sien
Tenso esparadrapo que me esconde
Lo que quiero decir
Mientras te lamo
Lo que quiero lamer
Mientras te digo
Puta
Y pienso en la comida que trasluce
Entre
Los dientes que no toco cuando hablo
En la llaga en que me educo los domingos
Para poder decir lo mismo en la semana
Para poder decir lo otro también
Eso que hace agua cuando callo
Y entre las ropas del abismo
Se desliza
Y entre el arbusto
¡Puta!
No saliva
Solo te ama
Gerardo Chavez (Lima. 1994)
1.
La vista ha fugado los ojos amarillos de dos noches
el tacto, no indiferente
mas solo grosero se invita desde todas partes
y se llama así mismo oído,
Sentados, incontenidos, esperaron el primer auto cortando al viento
el primero gorrión y sus huevos
a la primera escoba sacudiendo el polvo indigno
gorrión, gorrión, paloma, gorrión, escoba
se integran en esos fallos
que ahora son, casi, el día.
2.
Se diría que es de día
cuando un árbol engulle entre lengua y ocaso a la luna
y eso atrae al llamado de dos
, oh dios, tres polillas
que reclaman a un sol al cual embestir
dos, tres veces y así ,hasta hacerme olvidar recordar
las avenidas ríos calles caudales
colas en la caja rápida
doblando un clip en recepción sentado sobre las revistas
delante de oleajes de ritmos de bocinas, rimas y eso
hasta hacerlas alfileres a modo de mapa sobre los días
en los que esperaba respuestas hasta tan tarde.
3.
Ampollas y carne se contienen impotentes del ir indiferente de las agua hacia el estanque.
ires devolviendo el agua del tejido blando al mar.
ires en cajas rápidas con una música que no se escucha sino a ratos
Así, una y otra vez, el tejido blando buscando hacerse duro
por una brisa que le escarpo el traserito
Francisco Cerna (Lima. 1997)
La alarma del trabajo suena a las 7 a.m.
1
Una nube que te oculta no es un enemigo conocido
El mar abre
Y cierra
Abre y cierra su boca no sin decir una o quizás dos cosas
Interesantes
2
Un animal nace
Un animal nace de entre los cuerpos abandonados por ciudadanos malhumorados que solo seguían sus sombras y un latte de la esquina más cara
No hay verdaderos razonamientos en una máquina expendedora
3
Para voltear la página
No cambiarla, para voltear la página
Hacen falta muchos sacrificios y sin embargo
Ninguna palabra fue necesaria para escribir la página con
Una pizca de honestidad al mejor postor y a veces
una fábula con una enseñanza ya olvidada
4
Suena la alarma del trabajo en día feriado
5
Un animal nace en una nube
Cae como un cometa (no pidas ningún deseo, niño ingenuo)
Inicia un camino
Desfila lentamente y sangrando hacia la alarma del trabajo
No se detiene hasta las 7:01 p.m.
Es tiempo de volver a casa
(la existencia es un trabajo silencioso, aún)
Cuando alguien escuchaba (o leía)
yo tenía una voz
yo tenía mucho por decir
yo solía tener palabras
poner puntos
comas
guiones
entre ellas
separar las
la unas de las otras
yo solía tener cosas por decir
palabras que con los bordes
dibujar
no en tu rostro
en el aire impuro del mundo
este no es un poema de amor
yo solía escribir
poemas de amor para chicas nacidas antes del 2000
chicas antes del 2000 que vieran buenas películas
y odiaran el olor/sabor del tabaco
y cualquier otra tontería de esa especie
yo solía, yo solía dibujar sin problemas en el aire
impuro frente a las chicas antes del 2000
no en su rostro
entre ellas
yo solía tener palabras
mucho por decir
este no es un
poemadeamor
este no es un poema
este e s un juego que yo solía jugar
cuando alguien escuchaba
Una manera de aprender a nadar es ahogarte
Mi nombre no es Israel
pero tengo ballenas azules que cazar
Allí donde cualquier mar parece un pensamiento posible
Cualquier mar es un mapa de formaciones rocosas cubiertas
por sombras sin embargo invisibles
ajenas a cualquier palabra
con su propia naturaleza destructiva
su propia naturaleza destructiva que parece un lienzo´
pintado con el cielo y con pedazos de rostro también
(si te quedas callado puedes escuchar voces que no están ahí)
¿Es un mar un espejismo del mundo?
Una violencia empuja tu espacio
te empuja y quiere llevarte
ocupa tu espacio y no tienes aire
No hay sirenas que canten donde el aire es una carga más
con la que no quieres lidiar
Es plenamente romántico
buscar el fondo del mar con desesperación
para ignorar tus propias voces
Antonella Chichizola (Lima. 1997)
Melena
El león se agazapó con sus garras sobre la leona encerrándola entre sus patas llenas de tierra y le mostró sus feroces fauces. La leona se quedó quieta y clavó su mirada en los ojos del león, vio su melena moviéndose como las olas que iban y venían por toda la costa.
La leona rugió con fuerza, pero solo un soplo vago consiguió escapar de sus colmillos. El corazón del león rebotó inclemente y las aves perchadas sobre los árboles de la sabana partieron en masa.
Los ojos de la leona brillaron negros y estiró felina el lomo dorado.
Tras un disparo, una estampida se escuchó a lo lejos y, con el eco, el pulso del león se fue calmando y sus patas se aflojaron y sintió que su melena se hacía más melena. Y se tumbó boca abajo sobre la tierra húmeda y los pastos secos.
La leona corrió hasta caer la noche y perderse entre las sombras.
Y siguió corriendo hasta encontrar estrellas sobre la tierra y la mirada
de una leona calva
que flotaba
entre ellas.
CLAVÍCULAS
Tus clavículas: una gota al borde de la mesa
Clavículas que se desbordan
bajo huesos de vapor que se quedan en la piedra
Mi boca y Tus clavículas
(que no me calzan
tu cuello
tus lunares
Mis pechos naciendo en el frío de tus manos
Mis palmas siendo en tus senos planos
Un altar para tus clavículas
y sus constelaciones.
Piel de galaxias que no verás nunca
Quiero tomar tu mano
y regresar contigo al vientre
al agua
a lo mismo
a la nada
Para seguir flotando y adorando tus clavículas
RÍO PIES
Mi teléfono trata de copiar cinismos
Ayer, vomitó tu nombre por la tarde
en el aniversario de tu muerte.
Ayer, vino Gabriel, y me habló de ti
como si estuvieras vivo. Déjalo,
es su juego. Después Gabriel volverá a su tumba.
Ayer las piernas de madrugada
parecían raíces con espinas.
Y las plantas, las besaban peces
Y yo besaba las plantas.
Para tomar las gotas de tus plantas calizas
y no escuchar
el llanto de las hojas, el grito de los bichos
Besar solo tus plantas húmedas
y dejar de florecer
en la luz que te cubre
en el mundo que corre
por algo más
que por tus pies.
Braulio Paz (1998)
Una cámara son ojos que saltaron de sus cuencas
I
La cámara parte de la posibilidad
que tienen ciertos compuestos químicos,
sensibles a la luz, de atrapar instantes
de postal de Disneyland, la esperanza
del tiempo como imagen de la eternidad [1]
Hay luz atrapada de pechos de mujer
en los paneles por toda la ciudad.
El tiempo no es la imagen de la eternidad
La luz es el intento del tiempo
para ser eternidad.
Los ojos no son la ventana
del mundo a ningún alma,
sino el intento de esta,
por aprehender al mundo
No hay nada nuevo bajo el sol
es, quizá, la frase más opuesta al
efecto de la luz sobre los cuerpos:
el flujo constante de fotones,
la aparición del destello
en que se convierte.
(¿el resto? Retrospectiva que
el retrovisor reordena [2])
El futuro no viene
no a nosotros al menos
está embolsado y
la existencia temporal
es el dominio de la decadencia. [3]
II
Es sorprendente la cantidad de veces
que experimente algo similar a la esperanza,
tan solo para verme considerando,
al minuto siguiente,
los beneficios de la silla eléctrica,
de repente la inyección letal.
Hay algo que nos impide llegar a la salvación
algo que me hace real, más real que
los tatuajes de anclas o los actos nobles,
que hace que estos no puedan manifestar
de manera directa su referencia verdadera.
En un mundo como el nuestro,
en que 2+2=5, la salvación y la caída
no lucen muy diferentes; piensa
que el mal es bien en su devenir,
como un acto un poema en el suyo,
y lo que no nos permite nombrar
a la cosa que es en sí
la luz que captan nuestros ojos
es justamente el fotón que brilla
sobre nosotros y llega, en imágenes,
dos horas más viejo hasta Plutón.
Y si solo que
si es que usted cree
que dios hace milagros
entonces también debe creer
que el diablo tiene alguno
de estos bajo la manga.
III [4]
¿Cómo puede el futuro morir hoy
si aun el ahora es refracciones
de recuerdos de noches perdidas
en historias tan ficticias
como las de Sherezade?
No, mañana no muere hoy
lleva muerto siglos,
no porque los objetos en el espejo puedan
estar más cerca de lo que aparentan
no porque se halla matado
a alguna cosa que vuela
en el intento de palabra
en la constante “e” y su geometría divina:
Fueron los sistemas de ecuaciones
tan sensibles como la base
de un tornado de mariposas.
Ego sum quod eris
una sentencia pronunciada
de la suma de despojos,
quizá Parkinson,
pero es más probable Alzheimer,
y sigue: ¿el problema es el deseo
por él antes de las vísperas?
o es en sí el que exista
un eve del yesterday’s tomorrow,
un distópico suceso
exceso incomprensible
que lo cambia todo para siempre.
¿Es verdad que somos libres
tan solo en el dedo medio
que la eternidad
le saca al tiempo? [5]
Las mariposas se alimentan de muertos
es tal vez por eso que, en su aleteo
está la clave para la predicción meteorológica.
[1] El ojo humano amplía la percepción,
inscribe lo que “realmente ve”
en la complicada trama de recuerdos y anticipaciones
(como Proust con la magdalena)
[2] ¿Hay algún lugar al que
se supone que regrese
y se desdoble en entropía?
[3]Los ojos crean lo nuevo
los momentos de la aparición de lo nuevo
son los momentos de eternidad en el tiempo
[4]El problema con el futuro
es que nunca te espera
[5] Nótese la diferencia, buscamos un punto de inflexión frente a este cambio eppur si muove que, aunque pretende ser uno, no es más que el remain del in statu quo ante.