Poemas de José María Salazar // Sub25 Push

Hoy presentamos algunos poemas inéditos de Jose María Salazar, un poeta también inédito que inaugura nuestra sección mensual Sub25 Push.

 

Love of mine someday you will die

Te medí la cabeza mientras dormías

mide 11 centímetros                                                                                    la mía 10

sé que cuando llueva los dos las levantaremos                               no proporcionalmente
con la esperanza de encontrar algo menos
que una infinidad de estrellas y satélites de los que nos colgaremos para decirnos cosas al despertar
yo en mi casa de 400 metros cuadrados                             tú en un bus de 11 metros
rumbo a lo que alguna vez fuimos

quiero que me enseñes a ver la muerte
como espuma al borde del vaso de cerveza
mientras jugamos Tekken
y soñamos que podemos dar patadas voladoras en menos de 3 segundos
y que no sangramos no importa cuántas veces nos golpeen contra la pared

quiero salir a la calle lluviosa y esperar en el paradero
alguna respuesta para todas las debacles de la historia

si tuviera una máquina del tiempo viajaría a París del 68 antes de mayo
para escribir un poema en las paredes del salón M110
sobre el amor y cómo a veces no podemos decirle
al ser que amamos                                                               que no queremos morir

pero no tengo máquinas del tiempo
solo videojuegos y el mismo idioma que tú
para pedirte que me enseñes a nombrar el final                                           en una frase

las frases son como los sueños en nuestras cabezas

no terminan
pero nosotros                                                                                               despertamos

May your hands always be busy may your feet always be swift

Hay poemas que nunca he terminado de leer porque son muy largos                                  y siento que hay un fuego que quiere salir de mí                                                             y quemar todas las cosas que sueño

mis sueños son humildes
sueño con terminar de leer todos los poemas
que he guardado en mis favoritos de Chrome
para encontrar en cuál de ellos estás tú

quiero encontrar ese poema
y montarlo como si fuera un caballo
hasta el fin del mundo debajo de tus piernas
ese es mi sueño más ambicioso
lamer el sudor de tus pantorrillas
y darme cuenta de que en ellas están escritas
todas las recetas de pastillas para controlar el déficit de atención que tengo
y poder terminar las cosas

soy un Julio César que solo vino vio/ no venció/ no dijo nada
esta es la primera vez que hablo de mis sueños y nadie los leerá
mucho menos tú

quiero cambiar la respuesta
mi sueño más ambicioso es que escuches todos mis sueños de principio a fin
y escribas un poema que recorra como gotas de sudor mi cuerpo de abajo arriba
hasta que lleguen a mis ojos
y estos
tengan que luchar para mantenerse abiertos

 

I’m no hero, that’s understood, all the redemption I can offer, girl, is beneath this dirty hood

Ayer soñé que te subías a mi carro
y nos íbamos a otra ciudad a otro país
porque el nuestro era una nota a pie de página
y nosotros (en el sueño) queríamos escribir un libro
como una serie de papiros concatenados
pues las épocas se pierden en los sueños
y tú y yo podríamos haber estado en Egipto
y haber hablado esperanto
para liberar a unos cuantos gatos de ser venerados
porque nosotros (en el sueño) no creemos en la veneración
sino solamente en el aire
que emerge del Chevy
tú escogiste el modelo alguna otra noche en mi mente
basaste tu decisión en una lógica irrefutable
que ahora no recuerdo
el motor se confunde con la música
mis oídos son fuego
que quieren derretir mis manos
luego de tocarte toda
y cruzar la única frontera que importa
sube el volumen te digo
y las carreteras por primera vez se materializan
es como cuando pasas mucho tiempo sentado
y recién al levantarte te das cuenta
de que se te han adormecido las piernas
entonces no es que no puedas caminar
pero te cuesta demasiado y eventualmente
te echas sobre la cama
y es como si hubiese sido obra del viento
diciéndote
despierta

 

Why oh why can’t I

A veces la edad que tengo es una daga clavada
en medio de la pista de baile
mientras suena una canción de reggaetón
y yo pienso en todas las cosas que haría
si calzara 42 en lugar de 40
si me crecieran más pelos en los brazos

Me da miedo sacarte a bailar
al fin y al cabo el lugar quedará vacío pronto
vendrán encargados de limpieza a conversar sobre la situación del país
y no se preguntarán
si Inkarri realmente existió
si alguna vez volvió y mató a todos los que iba a matar
o si volvió para morirse de una enfermedad sencilla
que nunca superó por no ir al hospital
de todos modos en este país ningún hospital vale la pena
en la mayoría hay cadáveres en la sala de espera
con una receta en la mano
que con el transcurrir de los años se ha transformado en una postal
de la Plaza de Tiananmén en China

tanques js m salazar

A veces mi edad es esa postal que me recuerda
que aún no me he puesto delante de un tanque de guerra
que aún debo bailar contigo pegarme a tu piel y sentir
que nada ha cambiado
que los mismos gusanos blancos se retuercen
por algo que no puede ser explicado en una cabina de internet
con una lista de respuestas
que pronto partiré en pequeños pedazos
con la tranquilidad de quien no le importa
tardarse en decir
esto también será mi edad

 

 

 26231190_10155174838651186_3730319178838537906_n

José María Salazar (Lima-1994.) Estudia Lingüística y Literatura en la PUCP. Durante un tiempo estuvo en Madrid, donde empezó la carrera de Literatura General y Comparada en la Universidad Complutense, sin concluirla. Ha sido mención honrosa en los Juegos Florales PUCP 2017 en la categoría de cuento. Conduce y co-produce un programa digital en Facebook llamado Somos Libros, Seámoslo Siempre. Es Miembro del Colectivo Verboser.