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soy un pedazo de cemento de un edificio destruido por un terremoto

Eduardo Pucho es la vida no reconocida de la generación de los 90s. Es una especie de Saicos que espera que lo descubras mientras escuchas Demoler, Demoler y sientes como las hormigas te suben por la espalda para convertirse en tus nuevas compañeras de vida. Le gusta el gato Pusheen. Leamos su poema Río Hudson mientras miramos el río Rímac.

 

Río Hudson

extraño tardo se posa sobre este lado

del puente

cigarro inacabado que fumo

muchacha que paga todas sus deudas

ideario del ángel entregado a estos menesteres

hombre trepado a lo alto del monte inhóspito

observa que lo único limpio es lo nuevo

lo único nuevo es lo limpio

curador traficante del sentido

yace en la puerta sostenido un muchacho

que parece ya se ha ido / no sé a dónde

hace frío y la noche también se  hace

mis zapatos grandes que ya no hablan

mochila que nunca dejo

todos salen alguna vez deste infierno

clínica de tus afectos

 

*

Río Hudson quieto

por qué esperas

el downtown quieto que se va

la montaña más ensimismada

que se queda

el camino hecho cada vez más camino

que no encuentro y que no busco

tren de sombras

all things must pass

desierto del gran viento

escancia la tristeza

 

*

Río Hudson

reapareces

en esta ribera izquierda del abismo

abrazo esta hora no pactada

te escucho hablar

nada puedo decir

sólo caer en este marasmo que sueño

emocional que evade

si pudiera río Hudson

saltando tres ahogaría estas plantas

frío que llega transverso de la ribera

respiración de tu cauce

Hudson atisba

este puente sin luciérnagas en Baltimore

frontera del bar

palabra ya sin la muchacha que tanto he amado

canto palicorde desta soledad

ya no quiero hablar

ojo atar esta lengua

perdida como última cena

Hudson testimonio último queda en este papel

 

*

sales tú

en un sueño

rompes el muro

de frescos

chacchas el adobe y la quincha

dejas quieto

a los petroglifos

ya no me amas

tus ojos me ven en el espejo

y aunque yo tengo tantos

no puedo ver más allá

porque estoy ensimismado

en la cantidad

tu miras serena

el horizonte

ciego yo

lo que va a venir

no hacer /

tu piel oculta en anís y manzanilla

 

*

sensación terca y torcida del vacío

de esta nada con disfrute soso

seco el silencio

parca la palabra

en un-no-siempre

todo el tiempo es hoy

papel pastilla para la tarde

cadillo

oscuridad aplastante

no siempre la palabra entra en la palabra

tedio

un caballo afortunado

mal domado por cierto

que deja entre papeles escapar el amor

discreto en su caminar y orinar

hasta que el ojo lo juzga

quién es este bulto que yace sobre mi

cama

 

*

sueño como segunda realidad

la realidad como segundo sueño / entonces

alterno de consciencia para volverme real

consciente deseo de lo no-real

olvidarse del origen

de la casa

del suceso de la partida

del te veo cuando me veas

del por lo que veo

que tu inacabado amor

es un perfecto creador

de monstruos como yo

del amar todo lo que me destruye

de destruir todo lo que me cura

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Eduardo Pucho. (Lima. 1971) Ganó el premio nacional del Instituto peruano japonés con su poemario Nargova & Zorgona que fue publicado por esta institución.  Tiene muchos poemas inéditos y poemarios que esperemos algún día vean la luz. <3