Los Editores de Sub25 quieren decir algo que puede interesarte.

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• ¿Sub 25 es un colectivo- revista?
  -Sí
• ¿Por qué publicar una revista de poesía?
  -Ver el primer anexo
• ¿Cuál es el papel de la poesía en el Perú?
  -Ver segundo anexo

Fin de la conversación.

 

Anexo 1.

La poesía peruana no existe desde hace más de 30 años. Sólo hemos visto generaciones de poetas jóvenes (ultra) conservadores, que se han preocupado más por escribir obras correctas, y han obviado caminar al borde de lo verdaderamente apreciable (admirable) del arte, que es el riesgo. Han preferido refugiarse en lo seguro y han terminado despojando a la poesía de todo riesgo. La poesía en el Perú es un niño con mocos en la boca, que sale a marchar debajo del árbol de navidad en el parque Kennedy y ha perdido a su madre.

Los colectivos de poesía joven son más ancianos que Gonzales Prada y se reducen sólo a la difusión de lo que han leído, que es vejez. No podemos quedarnos con Eielson, Hinostroza, y Cisneros como los padres del todo. Nosotros hemos aprendido a hablar con los teclados, nuestros padres viven en los cables de las computadoras, en Oceanía, en Indonesia, en cualquier lugar del mundo, porque la tradición ya no es regida por ningún cánon predeterminado sino por tu historial de Google. Es ilógico no generar un discurso a partir de las cosas con que nos relacionamos tan a diario.

Nos fastidia que cada poeta joven tenga que pagar un derecho de piso en las Editoriales para publicar por primera vez, cuando el espíritu del editor es arriesgarse independientemente del dinero del autor. Nosotros somos editores-autores y queremos cambiar este rumbo. No buscamos la aprobación de los críticos de Lustra o Paracaídas, no queremos caer en el figuretismo de Ojos de Papel o escribir a las espaldas de toda la poesía oriental occidental o de las indias holandesas como El Bosque. Nuestra labor y lucha está en contra del vacío y la mediocridad de quienes dicen abanderar el rumbo de la poesía peruana. Desembarcamos en Normandía y recibimos los balazos mientras avanzamos.

Es ingenuo intentar vivir de la literatura (uno vive por la literatura). Es una posición mediocre intentar lucrar con los talleres de poesía o con las publicaciones o con lo que sea. Creemos en darlo todo sin condiciones monetarias, nos gusta dejar nuestro trabajo a merced de los lectores, exportar pdfs y exportarlo todo. Esperar una compensación económica por el acto de escribir literatura es como cobrarle a tu madre por darte la vida; va en contra de la esencia literaria misma: ser parte un acto de entrega desinteresada, de amor y desprendimiento.

No somos facistas. No pensamos que nuestra poesía es mejor que la del resto. Sub25 no se centra en un tipo de poesía predeterminada, ni pensamos que un gusto es mejor que el otro. Eso sí, tenemos preferencia por lo que juega en contra de lo esperado y lo correcto. Queremos leer y releer voces realmente frescas, nuevas en serio, arriesgadas. Todos tenemos derecho a escribir poesía y lanzaríamos bombas si alguien nos lo impidiera, pero no todos tienen derecho a apoderarse de la literatura y ponerle su nombre como un Castañeda.

Debemos publicar revistas de poesía porque debemos ser consecuentes con la vida. Hay muchos escritores que quieren ser escuchados y nosotros, si bien no tenemos el poder mediático que sí tienen quienes llevan la batuta de la literatura como un éxodo de monos que ignoran el fuego, tenemos la herramienta Online de los Blogs y los Pdf’s. Estamos aquí y estamos mirando al frente con nuestras ideas en la espalda soportando el viendo del oeste y el calor de tener el corazón agujereado. Escribimos juntos, publicamos juntos y a veces nos besamos. No conocíamos a mucha gente que ahora publica en la revista y estamos satisfechos de haberlos encontrado.

Anexo 2.

Nos gusta Verástegui. Enrique Verástegui es el más grande poeta de toda la poesía peruana y del mundo. Splendor es la biblia del futuro, y quisiéramos sacarle fotocopia para regalárselo a todos los niños de este planeta, pero no tenemos dinero.

Nos gusta Yax Kin Melchy, David Meza, y toda La Red de los Poetas Salvajes. La poesía joven mexicana es la más avanzada (¡por ahora!) en Latinanoamérica.

Nos gusta Héctor Hernández Montecinos, y el comunismo marica de Lemebel y Pancho Casas sonriéndoles despacio a Zurita con una corona de espinas.

No nos gusta el trabajo de Paracaídas Editores, ni el de Lustra Editores, así como el de cualquier otra editorial que mantenga un gusto acartonado y aburrido como línea para la mayoría de sus publicaciones. Y muchísimo más aún repudiamos las editoriales que se dedican a ser simples “impresores”, que ni leen lo que publican y se conforman con tener los 3000 soles del autor en sus bolsillos.

Nos gusta Tao Lin, Ellen Kennedy, Noah Cicero, Caterina Sciccitano y Berta García Faet

No nos gusta la crítica en la poesía peruana. De hecho la crítica en la poesía peruana actual no existe. No hay alguien que se anime a golpear lo rancio. Yrigoyen supo golpear donde tenía que golpear, pero demostró tener un gusto demasiado correcto que no lo deja comprender/disfrutar/lamer por ejemplo, la poesía experimental de JRR.

Nos gusta Zurita,Panero, Cucurto y Pola Oloixarac.

No nos gusta la escena de la poesía peruana joven. Son un refrito de los 90’s, fallas idénticas: poca lectura, vanguardia que es un descuido formal, experimentaciones acartonadas, panfletarismo, dogmáticos socialistas, etc. El Bosque es una revista decepcionante y pésima bajo cualquier criterio formal. Colectivo Ojos de Papel es la traición a sí mismos. Organizan talleres de literatura y cobraron cien soles a cada persona que quiso asistir a uno de ellos. No hay autores que despunten. Signos en Rotación dice que existe, pero aún no es más que un extraño difusor, tal vez un apéndice encubierto de la Casa de la Literatura. Tienen la meta de congregar a todos los colectivos, ser democráticos y eso es genial, pero la democracia no sirve si es que das igual cabida tanto a Messi como a Reimond Manco.

No nos gusta Parasomnia, ni Colectivo Ojo perezoso

Nos gusta Tajo, Mutantres, Kaput y Dragostea, los de lejos mejores colectivos-revistas que van existiendo en esta década. Kevin Castro, Jorge Vargas Prado, Yhan Koronel, Julio Barco, Miguel Urbizagástegui, Antonio Chumbile, Jorge Castillo son fuera de cualquier gusto o preferencia, lo más representativo de nuestro territorio en la última década.

Aunque nos gustan los poemas de Tajo, no nos gusta el partido político Tajo.

Le tenemos harta fe a Niño Sobredosis y creemos que será un nuevo nicho de la poesía en los andes del Perú.

Nos gustan Montalbetti, Jorge Pimentel y Jerónimo Pimentel (el de los libros extraterrestres) y Victoria Guerrero.

Nos gusta Bolaño y Papasquiaro viniendo en moto a rompernos el corazón.

Nos gusta Hora Zero y los Perros Románticos del 70’.

Nos gusta Cinosargo.

Amamos Letrasértica y Edo-Tensei.

Nos gusta fallar el penal como Pizarro y reirnos.

No nos gusta el ego literario, un poeta no es más que nadie por hacer poesía ni menos que nadie por hacer poesía. Si dices que nuestras publicaciones son un asco, nunca recibirás un golpe, tal vez uno que otro dislike solamente.

Nos gusta en sobremanera la hibridación, perder los géneros literarios, la propuesta que más tiene para dar en la poesía de ahora, perder la identidad y romper el Yo. Es una propuesta contra el sistema que te exige ser alguien o quedarte en un lugar para ser examinado. Renegamos del individualismo y aspiramos a pensar en manada. Olvidemos lo nuestro y démosle click en compartir en la vida real. Vayamos hacia ese lugar donde algo puede ser sin necesidad de tener una etiqueta.

Nos gusta no ser algo fijo.

Nos gusta ser todo esto.